domingo, 2 de octubre de 2011

elecciones y ajustes

El amplio triunfo del kirchnerismo que superó el 50% de los votos, duplicando a la UCR de Alfonsin y al PJ Federal de Duhalde, ha creado una nueva situación política de cara a las elecciones presidenciales de octubre del 2011.

Sin embargo CFK, sus ministros, y en general todo el Frente para la Victoria se han mostrado muy cautos a la hora de los festejos. Saben que el triunfo de octubre está casi asegurado, pero que al mismo tiempo su plan económico se sigue agotando, y que con la profundización de la crisis internacional el panorama tiende a empeorar.

Este abultado triunfo se explica, por una parte, porque el gobierno logró administrar la crisis consumiéndose gran parte de las reservas, y por otra, porque la oposición patronal refleja más a la crisis del 2001-02 y sus políticos, situación que supo explotar el gobierno.

Esa administración de la crisis que creó una relativa estabilidad y la falta de percepción general en las masas de que la crisis mundial va a llegar a la Argentina también (o que ya llegó), junto a la explotación propagandística del gobierno de lo diferente que son las cosas, comparadas al 2001-2002 Así ha logrado contrarrestar los escándalos poĺiticos como la represión a los tobas en Formosa, el caso Socklender o la represión y muertes en Jujuy contra pobres que tomaron tierras.

En este último mes que queda hasta las elecciones de octubre, nada hace pensar que el triunfo se les vaya a ir de las manos al gobierno. la oposoción patronal de Alfonsín y Duhalde a lo que pueden aspirar es a mantener la mayor cantidad posible de parlamentarios, mientras Binner, y su Frente Amplio Progresista, que viene de obtener poco más del 10% de votos, a consolidar ese nuevo espacio ganado principalmente a la UCR y al casi difunto Proyecto Sur, que no llegó a superar el 1,5% de los votos para poder presentarse en octubre.

Los problemas que preocupan, y que busca ocultar el gobierno, tieneque ver con los desfasajes económicos que se fueron incubando en estos últimos ocho años. Problemas que se venían paliando con la gran recaudación fiscal proveniente de las exportaciones pero que ya no se puede ocultar más. El gobierno ajusta y se prepara para mayores ajustes.

La devaluación del Real en Brasil ha acelerado el proceso. La primer meta del gobierno es pagar los vencimientos de la deuda externa, arreglar con el Club de París, y volver a endeudarse para enfrentar con mayores margenes de maniobra a la crisis. Pero nuevamente, tanto los actuales pagos, como la furura deuda la pagaran los trabajadores con nuevos ajustes.

Delegados de la línea 60 denuncian nueva provocación de la patronal

Difundimos:

Cuerpo de delegados y trabajadores Linea 60 informan:
Después de varias horas de suspendida la medida de fuerza por parte de los trabajadores, los empresarios de MONSA en una PROVOCACIÓN INEXPLICABLE, da horario a los choferes de IDA Y VUELTA!!!!!!!!!.

Esto predispone a trabajadores a cumplir horario comercial (algo totalmente imposible en estos dias) y más en el largo trayecto de esta linea.

Con este sistema el trabajador al llegar a cabecera PIERDE su DESCANSO y sale nuevamente a buscar horario, sin LEVANTAR PASAJEROS hasta encontrar horario de planilla y, al regreso a cabecera, se cierra la libreta de trabajo en el horario inicial dado en cabecera principal, esto ocasionará inseguridad vial a choferes pasajeros y peatones.

De esta manera, si bien está suspendida la medida mantenida por cinco días, los trabajadores nos encontramos en estado de ASAMBLEAS PERMANENTES, con la pronta voluntad de solucionar este NUEVO INTENTO de la empresa de flexibilizar el trabajo, demostrando QUE NO QUIERE o no está en su pensamiento la tan mentada PAZ SOCIAL.

NESTOR MARCOLIN 1564800700

ESTEBAN SIMONETTA 1564797500

ANGEL PERTICARO 1565751900

Unidad obrera para enfrentar los ataques del gobierno y las patronales

Los trabajadores están siendo atacados desde varios frentes, principalmente desde el gobierno y las patronales, que poco a poco viene arrancando viejas conquistas, flexibilizando las condiciones de trabajo, deteriorando el salario, quitando las asignaciones salariales e imponiendo impuestos a las ganancias cuando los sueldos no llegan a cubrir la canasta familiar. Esto se da con la complicidad de la burocracia sindical de la CGT y la CTA. Por otra parte, pero como parte de lo mismo, frente a la lucha y resistencia de los trabajadores a esta situación, las patronales y el gobierno se dedican a perseguir judicialmente a los delegados y trabajadores que participan de las luchas. Hay compañeros presos en Santa Cruz, Olivera del SITRAIC, y más de 6.000 procesados.

La crisis del capitalismo mundial va a profundizar los ataques. Para enfrentar esta situación diferentes comisiones internas, donde sobresale la Comisión Interna de Paty y del Frigorífico Rioplatense, venían llevando diferentes reuniones para poner en pie una Mesa o Comité de lucha para unificar la lucha en acciones comunes. Esas reuniones, que comenzaron en el SUTNA de San Fernando y concluyeron la semana pasada en un local docente de Opinión Socialista en Pacheco, dieron sus frutos. Se constituyó una Comisión permanente de lucha, donde aparte de las internas de Paty y frigorifico Rioplatense se sumaron delegados de Fate y Ecocarsa, con la adhesión de delegados de Kraft, Pepsico y del Hospital Garrahan, congresales y delegados de la Lista Verde SUTEBA-Tigre, CORREPI, Encuentro Sindical Clasista, Periódico l Roble, partidos y organizaciones políticas como PTS, MAS, MST, IS, DO, TPR, OS, LCT y otras.

Este frente único obrero se hace imprescindible para enfrentar al gobierno, las patronales, su justicia, y a los burocratas sindicales. Se trata de un muy importante primer paso, pero para que no se transforme en una nueva frustración -de acuerdos y rupturas superestructurales de partidos: pelea de aparatos- , debe ir hacia un llamamiento a un Congreso Nacional de Delegados de Base. Congreso donde, frente a la crisis mundial y los ajustes que se preparan, cada organización, corriente, partido o grupo , por intermedio de sus delegados de la clase trabajadora, pueda luchar por sus posiciones y se tome resoluciones unificadas.

Un congreso obrero de esta naturaleza fotalecería a la clase y obligaría a los partidos o corrientes a dar la pelea política y a no querer romperlo para no pagar el costo político y quedas aislado del activismo.

¡Viva la unidad para la lucha de la clase obrera!

Próxima reunión, martes 11 de octubre a las 17 hs en Hipólito Yrigoyen 864, 1er piso, a metros del cruce de Pacheco (Ruta 197 y Ruta 9).

Libia: Frente a la caída de Gadafi

El Concejo Nacional de Transición (CNT), que nuclea a las fuerzas que iniciaron la rebelión en Libia, tomó el poder en Trípoli con el apoyo de los bombardeos de la OTAN. Y, aparentemente, Gadafi se refugió en Sirce, su ciudad natal, donde todavía tiene sectores fieles que resisten, y desde donde pretende negociar y resistir.

Mientras tanto se dieron a conocer documentos sobre la colaboración del gobierno de Gadafi con la CIA y otros organismos de inteligencia de las potencias imperialistas de Europa, colaboración que se profundizó después del atentado a las torres gemelas en Nueva York en el 2001. De allí que en el inicio de la rebelión, en febrero de este año, Gadafi responsabilizara con tanta insistencia a Al Kaeda, red casi inexistente en Libia, lo que buscaba con eso era el apoyo del imperialismo para la represión. Sin embargo el imperialismo después de vacilar inicialmente, le bajó el pulgar a su aliado en los negocios y la lucha contra el fundamentalismo islámico.

Con la caída de Gadafi, la rebelión de las masas árabes, comenzada en Túnez en febrero de este año, ha tirado abajo a otro dictador; sin embargo este triunfo democrático de las masas se empaña con la intervención del imperialismo comandado desde la OTAN, y abre una situación mucho más compleja aún.

Por un lado se abre una pelea inter-imperialista por el petróleo y el gas de Libia, y los contratos que seguramente serán re-negociados, sino todos, al menos gran parte de ellos. Francia, partícipe fundamental de la intervención imperialista, no se resignará a que Italia, otrora gran comprador del régimen de Gadafi, se quede con la mejor parte. Gran Bretaña y EE.UU también pedirán su parte en el negocio. Y el CNT se muestra favorable al saqueo que se planea; situación que también traerá crisis en el CNT porque diferentes sectores burgueses libios también querrán ser los nuevos favorecidos de la situación. Ni bien concluya la ofensiva contra los restos de la resistencia gadafista, más brechas se abrirán en este frente burgués cuyo único eje común es la oposición al régimen de Gadafi. Sin olvidar que los reclamos y las reivindicaciones de las masas progresivamente empezarán a tener más incidencia en la realidad.

Esta situación también crea el peligro de que el imperialismo busque invadir, ocupando Libia con tropas o bases militares, argumentando su necesidad para la "estabilidad" de la región, o para "ayudar" a la transición democrática. Frente a la resistencia de las masas y las luchas por mejoras sociales es muy probable que el imperialismo busque una intervención directa, tal vez disfrazada de cascos azules, y crear en Libia un protectorado de la ONU al nivel de Afganistán o Haití.

La liberación de los fondos, miles de millones de dólares, que el imperialismo le había retenido al régimen de Gadafi, están condicionados a que el CNT termine de derrotar a Gadafi y que reglamente a la fuerzas insurgentes, convirtiéndolos en policías, ni siquiera en el nuevo ejército libio. La burguesía y el imperialismo necesitan reciclar a los militares, y la estructura y experiencia represiva del viejo ejército de Gadafi para la nueva etapa que se abrió.

Esta situación desmiente que se trate de un rotundo triunfo de las masas libias, supuestamente por haber destruido el ejército burgués, como afirman la LIT-CI y otras organizaciones internacionales que se dicen revolucionarias, pero que en realidad no lo son y sólo buscan una salida democrática burguesa a la situación. Más bien se trata del desvío de una revolución, pero se trata de un proceso en curso porque todavía no han logrado desarmar a las masas, y por eso la situación no está totalmente cerrada.

Los trabajadores, y el pueblo pobre libio, nada bueno pueden esperar del gobierno del CNT, o de un gobierno sucesor nacido del CNT, ni siquiera confiar en el llamado a una Asamblea Constituyente, que no será ni libre ni soberana, porque será previamente negociada en Francia, con el visto bueno de EE.UU, y con las tribus (verdaderos clanes burgueses) para tener consenso burgués en la clase dominante Libia; sino que los trabajadores sólo deben confiar en su propia organización y lucha. Principalmente construir su propia organización política revolucionaria que lleve adelante y hasta el fin la revolución democrática transformándola en socialista. Porque las aspiraciones de trabajo, de buenos salarios o mejores condiciones de vida, por las cuales las masas árabes tiran abajo a estas viejas dictaduras no se pueden cumplir en el marco del capitalismo. Para eso hay que terminar con la propiedad privada de los medios de producción y planificar la economía de toda la sociedad, y eso sólo pueden hacerlo los trabajadores en el poder.

*No a los bombardeos de la OTAN - Fuera la OTAN y toda injerencia imperialista en Libia
*Ninguna confianza en el gobierno del CNT vendido al imperialismo
*Por el desarrollo de consejos obreros y populares
*No al desarme de las milicias - Por el armamento generalizado de todos los trabajadores
*Desconocimiento de todos los contratos firmados por Gadafi o el CNT y de los acuerdos políticos y militares
*Nacionalización del gas, el petróleo, la banca, la industria, y las propiedades de las multinacionales, bajo el control de los trabajadores
*Trabajo para todos - Reducción y reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores disponibles
*Por la construcción de un partido obrero revolucionario, que lleve a la clase obrera al poder gobernando desde los consejos obreros y ponga en pié de igualdad a todas la nacionalidades, permitiendo el derecho a la autodeterminación nacional y extendiendo la revolución
*Sólo el gobierno de la clase obrera en Libia frenará el saqueo a los recursos naturales, la guerra civil, y feroces represiones que los diferentes sectores capitalistas preparan.
*Por una Libia Obrera y Socialista, y una Federación libre y voluntaria de Repúblicas Socialistas del Magreb y del Medio Oriente

Liga Operaria Internacionalista, Brasil

Liga Comunista de los Trabajadores, Argentina

domingo, 14 de agosto de 2011

¿Otra vez votar para que nada cambie?

El 13 de agosto tenemos otra elección. Qué se elije: nada. Solamente se trata de una elección primaria para que los partidos realicen su interna, pero resulta que no habrá internas porque cada uno de los partidos presentan lista única. Y sin embargo todas las grandes fuerzas patronales (todos los peronismos, el PRO, los radicales y socialdemócratas), están de acuerdo con esa reforma electoral porque no permite la participación de las fuerzas más chicas. No solamente se trata de que ahora para poder presentarse a presidente hay que sacar en las primarias más de 400.000, sino que para poder llegar a eso se ponen condiciones muy difíciles de alcanzar, como un piso de afiliaciones que solamente los partidos patronales que hacen clientelismo pueden cumplir, o tener un millón de dólares para la impresión de las boletas electorales -en color- y la distribución a todo el país. De esta forma los únicos que pueden presentar lista son los partidos patronales. Ni la dictadura militar en 1983 fue tan dura en las condiciones para que una fuerza política se pudiera presentar. La hipocresía de los peronistas, radicales y socialdemócratas, pero principalmente de los kirchneristas, es tan grande que surgieron del Que se vayan todos del 2001, y diez años después, no solamente no se fue nadie (hasta Menem está en la lista kirchnerista), sino que ahora proscriben a las fuerzas de izquierda.

Al mismo tiempo estas elecciones se dan en el marco de una profunda crisis económica mundial que puso en recesión, desde hace casi tres años, a las economías de los EE.UU., de Europa y de Japón. Y en ese período el gobierno de Cristina Kirchner se consumió gran parte de las reservas provenientes principalmente de la alta recaudación cerealera. Hoy todo está atado con piolines en una situación que mucho tiempo no podrán sostener. Sólo en subsidios a las patronales el gobierno K gasta 40 mil millones de pesos anuales. El gasto social no llega al 10 % y es costeado integralmente con el IVA del 21 % al consumo y el impuesto a los salarios. O sea, de las altas ganancias que hubieron la mayoría fue a los bolsillos de los empresarios, y sobre la población trabajadora, principalmente la más pobre, cayó todo el sacrificio. Pero como ya no se pueden seguir manteniendo esos altos subsidios al transporte, luz, gas, etc., ahora, ni bien pasen la elecciones, buscarán hacer caer el costo de la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora. Que la inflación el año pasado haya sido del 35% y sólo permitan en las paritarias un 24 % de aumento salarial, es sólo un primer paso.

La burocracia sindical de la CGT o la CTA, en el mejor de los casos, solo se dedica a hablar. Y los partidos patronales metidos en la campaña electoral hacen silencio sobre estos temas, porque si hablan quedará claro que tienen la misma política económica del gobierno K, sea cual fuese el diferente matiz. Todos plantean ajustar reduciendo los salarios, o lo que es lo mismo, bajando más el ya miserable poder adquisitivo de los salarios.

Mientras los políticos burgueses y los empresarios se dedican a demostrar a cada paso que ésta es una dictadura de los capitalistas, la izquierda electoralista, como el FIT, y los grupos que lo apoyan, se dedica a llorar pidiendo el voto para poder poder superar ese 1,5 % y participar de las elecciones generales de octubre. En los spots publicitarios del FIT nunca se denuncia al gobierno, ni a la burocracia sindical, y menos aún al régimen democrático-burgués. Cuando, precisamente, deberían hacer todo lo contrario, deberían denunciar demostrando que la democracia burguesa es un engaño y que en realidad los que gobierna son los capitalistas y no el pueblo trabajador, que es manipulados en cada elección. Se trata de una izquierda que se dice revolucionaria, pero que en realidad está adaptada al régimen de los patrones.

Llamamos a rechazar la mentirosa democracia de los empresarios y sus políticos anulando el voto con un voto programático, y organizándonos para enfrentar los ajustes económicos que preparan los políticos burgueses, y que buscan que la crisis del capitalismo la paguemos los trabajadores y el pueblo pobre.


ANULÁ TU VOTO INTRODUCIENDO ESTE VOLANTE Y SU PROGRAMA

Por salarios cuyo mínimo cubra el costo de la canasta familiar – No a los impuestos al consumo y a los salarios
Abajo la traidora burocracia sindical – Recuperamos los sindicatos para ponerlos en manos de los trabajadores – Donde los dirigentes sindicales ganen lo mismo que en su puesto de trabajo, puedan ser revocados y se realicen asambleas mensuales
Por un Congreso Nacional de Delegados Obreros de Base, de todas las centrales sindicales y las organizaciones de desocupados, para enfrentar el ajuste que se prepara con la Huelga General por tiempo indeterminado
Libertad y desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares – Cárcel a los militares genocidas y sus cómplices, y destrucción del aparato represivo
Para que haya trabajo para todos: Reducción y reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores disponibles
Para terminar con la especulación y la fuga de capitales: Nacionalización de la banca y el comercio exterior
Para que haya viviendas para todos – Plan Nacional de Obras Públicas integralmente estatal -y bajo el control de los trabajadores- de viviendas, hospitales, escuelas, carreteras, puentes, etc.
Para todo ello: No al pago de la Deuda externa con el hambre del pueblo,
e impuestos a las grandes fortunas y ganancias
Nacionalización -bajo el control de los trabajadores- de la gran industria
y de toda empresa que cierre o despida
No a la salud ni a la educación privada – Por un sistema único de salud y educación totalmente estatal y gratuito
No a la oligarquía agraria, ni a los pooles de siembra – Nacionalización de toda la tierra bajo el control de los trabajadores y los campesinos pobres
Por el reparto de la tierra y la creación de grandes cooperativas agrarias

Abajo la dictadura de los empresarios y sus políticos Por la conquista del poder por la clase obrera para llevar adelante este programa y empezar a construir una sociedad Socialista basada en Consejos Obreros, que son organismos de democracia obrera donde todos los trabajadores, y sus partidos, pueden discutir y decidir democráticamente
la planificación económica de la sociedad

sábado, 12 de febrero de 2011

Egipto:

Las masas egipcias tiraron abajo a Mubarak


Como parte de la crisis capitalista mundial se está dando una oleada revolucionaria democrática en los países árabes, cuyo punto de inflexión fue la revolución en Túnez en enero de este año. Casi un mes después, en Egipto las masas acaban de tiran abajo la dictadura de Hosni Mubarak. Se trata de un triunfo de las masas, de un triunfo parcial, pero de un triunfo al fin. Es indudable que las movilizaciones continuarán y aumentarán en muchos otros países cuyos dictadores tendrán menos margenes políticos para reprimir.

En Egipto, después de 18 días de resistencia, y más de 300 muertos por la represión estatal, Mubarak tuvo que renunciar cediéndole al Ejército la tarea de llevar adelante la "transición democrática". Pero se trata del mismo Ejército que sostuvo a Mubarak durante 30 años, y anteriormente a otros dictadores como Sadat y Nasser por más de 50 años en total. Y fueron los que apoyaron y garantizaron la aplicación de todos los planes económicos que llevaron a la pobreza extrema a la inmensa mayoría de la población, concentrando la riqueza en una ínfima minoría burguesa. En definitiva, se trata de un ejército burgués cuyo cuerpo de oficiales es más que una mera burocracia militar, es socialmente burgués-imperialista, pero con una base de soldados y suboficiales ligados estrechamente al pueblo pobre, lo que en definitiva impidió la represión pues la plana mayor, y el imperialismo, sabía que se corría el riesgo de una ruptura de sus estamentos bajos, y una verdadera revolución junto a la propia destrucción del ejército.

Los analistas burgueses insisten que estos procesos democráticos abiertos en el Magreb y en Egipto son tan importantes como la caída del Muro de Berlín de 1989. Lo que es totalmente falso, en principio porque el imperialismo quería la democracia burguesa en el Este Europeo y en la ex-URSS para lograr restaurar el capitalismo más rápido y capturar sus mercados, pero en los países árabes el imperialismo ya tiene el control de ellos; ya tienen sus mercados, sus fábricas y empresas de servicios. Si hoy los gobiernos norteamericanos y europeos se ven obligados a reposicionarse, y dejar de apoyar tan descaradamente a las dictaduras, se debe a la lucha de clases, a la lucha de los obreros y trabajadores de los países árabes. Y allí está el punto contradictorio de la situación porque la lucha de clases obligó a la burguesía egipcia a dar mayores libertades cuando menos concesiones puede dar. Ni a la burguesía ni al imperialismo les interesa la democracia en los países árabes.

Por eso el Ejército egipcio no puede ser garante de ninguna transición democrática, porque la burguesía y los oficiales son extremadamente conscientes de que el problema de fondo no es de régimen sino de condiciones sociales de vida de las masas, y que ésta revolución democrática abre las puertas aún más a las luchas obreras, campesinas y populares por conquistas sociales, en el marco de una crisis capitalista mundial. Ciertamente que Egipto está en una situación revolucionaria objetiva como señalaba Lenin cuando decía que ella se daba cuando los de arriba no pueden seguir viviendo como hasta entonces y los de abajo no quieren seguir padeciendo más de la misma situación. Por otra parte, tal transición democrática se complejiza porque el imperialismo norteamericano y europeo buscará por todos los medios que los futuros gobiernos egipcios garanticen la existencia del Estado genocida de Israel, y la represión y el confinamiento de los palestinos en Gaza.

En ese marco político y social es que se da esta revolución o rebelión democrática en Egipto, de allí que ninguna fracción burguesa ni el imperialismo plantea la necesidad de una Asamblea Constituyente, todos se limitan a las reformas constitucionales, dicen, para realizar elecciones libres y justas. Aunque no faltan algunos más papistas que el Papa, incluso algunos diciéndose marxistas, que plantean la consigna de Asamblea Constituyente para Egipto. El problema que tiene el levantar esta consigna es que los que la plantean no dicen quién es el que la va a llevar adelante desde el Estado, porque la realidad, no los esquemas sino la realidad, indica que son los militares -pro-imperialistas- los que conducen el proceso, entonces, de realizarse dicha Asamblea Constituyente no será ni libre ni soberana. Y, por otra parte la clase obrera no tiene fuertes partidos ya no para gobernar, sino hasta para participar con alguna trascendencia en una Asamblea Constituyente.

Sin embargo la renuncia de Mubarak se debió a que las movilizaciones no se desactivaban, y más aún, se debió a que la clase obrera comenzaba cada vez más a participar desde los sindicatos y autónomamente, con huelgas y movilizaciones, retomando las grandes jornadas de huelgas del 2009. No sólo fue determinante la clase obrera sino que sigue siendo la única alternativa positiva y democrática al proceso abierto.

En la nueva etapa que se abrió, en este proceso revolucionario con la renuncia de Mubarak, el eje central de la política de los socialistas revolucionarios debe estar en explicar pacientemente que es la clase obrera la que debe gobernar, que sólo la clase obrera en alianza con los campesinos pobres, puede garantizar una Asamblea Constituyente libre y soberana que dé una nueva constitución a Egipto, favorable a los intereses de los explotados. La lucha por garantizar las libertades y las garantías democráticas no debe ir en contra de la lucha por el gobierno obrero y el socialismo, ni al revés. Ambas cuestiones están íntimamente ligadas.

Sobre la base de estos sindicatos y organizaciones campesinas, y de los líderes obreros y campesinos combativos surgidos del proceso revolucionario, es que todo grupo o partido marxista principista en Egipto debe levantar las consignas: "Por un Gobierno Obrero, Campesino y Popular"; "Ninguna confianza en los militares, los políticos burgueses laicos o religiosos"; "Libertad a los presos políticos"; "Por aumentos de salarios"; "Trabajo para todos"; "Comités de Lucha, auto-organización y piquetes de autodefensa"; "Por el desconocimiento del Estado de Israel"; "Fuera sionistas de Palestina"; "Ruptura de todos los pactos políticos y militares con el imperialismo".

En el proceso de esta lucha social y democrática abierta es que los marxistas deben construir el Partido Obrero Revolucionario, aprovechando todos los resquicios legales que la nueva relación de fuerzas brinda; pues sin construir una dirección revolucionaria la clase obrera no podrá gobernar -o enfrentar con éxito la represión que se prepara-, destruir al Estado burgués, expropiar a la burguesía y expandir la revolución a los países árabes que están en la misma o peor situación. En otras palabras, sin Socialismo no hay solución a los padecimientos y los problemas más importantes que tiene el proletariado árabe y mundial. Y para eso, no hay atajos: hay que construir el partido obrero revolucionario y la Internacional.


Viva la lucha de las masas egipcias y árabes– Abajo los "demócratas" militares

Por un Gobierno Obrero y Campesino

Viva la revolución de las masas obreras y campesinas árabes y la conformación de una Federación Socialista de Repúblicas Árabes