viernes, 20 de diciembre de 2013

No al ajuste del gobierno kirchnerista

Libertad a los trabajadores presos en Las Heras
Por un Congreso Obrero Nacional de Delegados de Base

A 12 años del levantamiento popular del 2001, el año termina con tres hechos que marcan claramente hacia dónde va el gobierno en estos dos años que le queda de mandato. Hechos que demuestran también que el kirchnerismo nada tienen que ver con la lucha por los derechos humanos y con la lucha dada a finales del 2001 hasta el 2003.
Primero, una huelga policial que, a pesar de denunciar el chantaje que ejercieron los policías llegando incluso a instar a saquear, se les aumentó al sueldo llevándolo en promedio hasta 8.000 pesos al básico para todo agente que recién ingresa. Y pocos días después el gobierno nacional le dió un nuevo aumento a la Federal y la Gendarmeria, supuestamente como gratificación, por hacer seguridad en las zonas donde las policías provinciales dejaron liberada.
Después, hace unas semanas, en Las Heras le dieron cadena perpetua a 3 trabajadores, y a 5 trabajadores más les dieron penas de 5 años años de prisión por coacción agrabada, por encontrarlos culpables de la poblada en Caleta Olivia, del 2006, cuando en la lucha contra los impuestos al salario se llevaron detenido de la propia Alcaldía, por orden judicial, al dirigente de la lucha. Frente a ese atropeyo judicial-patronal se produjo esa poblada que terminó con la vida del policía Sayago. Sin embargo, se los condenó a pesar de que los que provocaron la poblada fue el accionar del gobierno, las petroleras y la justicia, y de no tener ninguna prueba de que esos trabajadores hayan estado siquiera en la marcha. La única prueba son las confesiones sacadas con torturas por parte de la policía, hecho reconocido hasta por el mismo fiscal acusador y a lo que no le dieron importancia. Porque por decisión política buscan meter presos a estos trabajadores para escarmentar a los que luchan, e intentar frenar futuras luchas.
Por último, y para abrochar con un gran moño la ecalada represiva y derechista del gobierno, ascienden a Teniente General a César Milani, militar de inteligencia, que tiene denuncias por ser partícipe de desaparición de soldados durante la dictadura.
Todo esto se da en el marco de la profunda crisis económica, con devaluación y alta inflación, y un creciente desprestigio del gobierno. Y como elemento principal de la crisis económica está la cuestión del ajuste tarifario que busca llevar adelante el gobierno para palear el creciente déficit fiscal. Durante 7 años, en vez de aumentar las tarifas y proporcionalmente aumentar los salarios, el gobierno decidió darle plata, vía subsidios, a las empresas de servicios (transportes, luz, gas, etc.) ahorrándoles a las patronales industriales -y al propio Estado- no sólo los aumentos salariales correspondiente sino también proveyéndolos de combustible, luz y gas muy barato. Pero ahora la fiesta se terminó (con un pésimo transporte y cortes de luz todo el verano), de la década ganada pasamos al ajuste permanente. Y no son los empresarios los que van a cargar con el grueso de este ajuste, sino que estos buscan descargarlo sobre el conjunto del pueblo trabajador.
De allí que las tres cuestiones ya mencionadas; arreglar rápidamente la demanda salarial de los policías, llevar a la cárcel a los trabajadores que luchan, y el ascenso de un militar represor de inteligencia como es Milani, están enmarcado en el giro político del kirchnerismo tras la derrota electoral. Cumpliendo obedientemente con las exigencias de las cámaras patronales, "los dueños de la pelota", como son la Asociación de Bancos de la Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de la Construcción; o sea, la gran burguesía, que es la que impone las condiciones.

Enfrentemos el ajuste y luchemos contra la represión
La CGT de Caló apoya al gobierno, al igual que la CTA de Yasky; las CGT's de Moyano y Barrionuevo están encolumnadas detrás de Massa que busca el ajuste porque tiene pretensiones presidenciales y quiere que el costo político lo pague el gobierno, y no recibir un fierro caliente en el 2015. En el mejor de los casos cada sector de la burocracia sindical se dedicará a su gremio reclamando de un 30 a un 35 por ciento de aumento, para negociar por mucho menos, pero nada de enfrentar el ajuste.
La izquierda, como el PO, el PTS o IS, que componen el FIT, durante toda la campaña electoral pasada, se cansó de pedir que se los vote porque el voto a ellos iba a servir para luchar contra el ajuste. Pero la realidad es que al ajuste no se lo frena en el Congreso, al ajuste se lo enfrenta en las fábricas, en las estructuras, en los barrios y en la calle con la movilización. Si estos partidos quisieran, con la inserción en el movimiento obrero que tienen (y llamando a otros partidos, como al MAS y el MST, el PCR-CCC, e inclusive a la otra CTA que se acaba de movilizar el 19 de diciembre, pero que se niega a agrupar) podrían convocar o impulsar un Congreso Obrero Nacional de Delegados de Base, abierto a todos los delegados de las estructuras o gremios de las cuatro o cinco centrales sindicales, con un programa mínimo que nuclee a todos y luche por:

*Libertad a los presos por luchar y desprocesamiento de los todos
los luchadores
*Por aumento salarial, que cubra el costo de la canasta familiar, indexado mensualmente
*Abajo el impuesto al salario y los topes para las asignaciones familiares
*Toma y nacionalización -bajo el control de los trabajadores- de toda empresa que cierre o despida
*Huelga general para materializar las demandas obreras
 

ORGANICEMONOS EN UN CONGRESO OBRERO NACIONAL DE
DELEGADOS DE BASE

Liga Comunista de los Trabajadores
(Núcleo marxista por la construcción de un partido obrero revolucionario)
lct_revolucionproletaria@yahoo.com.ar

domingo, 15 de septiembre de 2013

Tras la derrota se deshilacha el discurso kirchnerista



La pérdida de 4 millones de votos por parte del Frente para la Victoria ha puesto en crisis al gobierno de CFK, y ya se sabe que lo más probable es que la segunda vuelta electoral no hará más que profundizar las diferencias, pero aunque los porcentajes fueran los mismos, igualmente el gobierno y su discurso está muy gravemente herido. Por derecha y por izquierda ya está sintiendo el cimbronazo de la derrota, y en los dos años que restan de gobierno el discurso se deshilachará progresivamente.

Y no es para menos, sólo analicemos tres elementos centrales del "proyecto nacional y popular" kirchnerista:

-El desendeudamiento, o sea, seguir pagando la deuda externa con el hambre del pueblo. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de la patraña que es el "desendeudamiento" de que tanto se jacta el gobierno de CFK; porque no se pueden deber 150 mil millones de dólares en el 2003, supuestamente conseguir una quita de 40 mil millones en el 2006, pagar 170 mil millones durante diez años, y, como resultado de todo eso, tener actualmente 200 mil millones de dólares de deuda. La "década ganada" significó pagar deuda, con el hambre del pueblo, por 170 mil millones de dólares y seguir debiendo 50 mil millones de dólares más que en el año 2003, y a eso le llaman un gran triunfo de la década ganada.

-El valor agregado. El gobierno se cansó de repetir que su objetivo era industrializar al país, que el campo no daba trabajo y sí lo hacía la industria, y por ello con la renta agraria desarrollaría la industria. Pero la realidad es que desde hace más de tres años no se crean nuevos puestos laborales en la industria, más bien éstos disminuyen, aumentando sí los puestos en la actividad pública. Pero la desocupación, muy lejos de ser un 7% como dice el gobierno, ronda entre el 15 y el 18%. Y la gran masa de dólares que ingresa por la exportación de cereales y productos primarios, se destina integralmente al pago de  la  importación  de  energía  principalmente gas. Se calcula en 13 mil millones de dólares anuales el déficit energético, debido a los negociados de Repsol y los Kirchner-Ekenazi que en estos diez años vaciaron YPF.

-Las conquistas sociales. El kirchnerismo se jacta de que en sus diez años hubieron conquistas sociales, pero la realidad es que únicamente, cuando perdieron las elecciones legislativas del 2009, sacaron por decreto la asignación universal por hijo, pero eso no es más que lo que históricamente se cobraba por recibo de sueldo cuando había trabajo para todos, como asignación familiar por hijo o familia numerosa. La diferencia es que ahora ya no es necesario el recibo de sueldo, o sea, tener un trabajo fijo; y esa "conquista" es como decirles a millones que ya no conseguirán trabajo permanente o, que no importa que trabajen en negro, superexplotados y desamparados, total igualmente el Estado está presente... con esa miseria de asignación universal por hijo. De igual forma las paritarias no son una conquista social en sí misma, menos aun cuando la burocracia sindical arregla con el gobierno negociar por debajo de la real inflación, con las patronales privadas y el Estado.

En definitiva -con muchos discursos pero pocos logros por mostrar-, lo que determinó la caída electoral del kirchnerismo fue la situación económica tal como es percibida por importantes sectores de la clase trabajadora; principalmente por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la falta de trabajo, a eso se le agrega la alta corrupción que mancha a todos los funcionarios y llega hasta la presidencia, y también la inseguridad o la alta tasa de delitos. Sin embargo estos dos últimos factores, típicos reclamos de las clases medias, toman trascendencia en la opinión pública general precisamente cuando económicamente las cosas no van bien, esto es; cuando el salario no llega a fin de mes, cuando empieza a haber hambre y necesidades, la bronca se acumula. De allí que después de la derrota la primera medida fue aumentar el mínimo no   imponible y los topes de los monotributistas, pero eso no mejora la situación de la gran masa de salariados que son los que ganan menos de 8.000 pesos. Y también la designación de un nuevo ministro, de mano dura, de seguridad y la movida de gendarmes para la seguridad en el Gran Buenos Aires. Todos intentos que parecen muy pobres para poder revertir la derrota, a lo sumo buscan no perder por más todavía.

Pero primero los patrones. Al día siguiente de asimilar la derrota la Presidenta llamó a una reunión "con los dueños de la pelota" y no con los que resultaron ganadores -como Massa, Carrió, etc-; así se reunió con los representantes de los bancos, la Unión Industrial, Came, y las cámaras de Comercio y de la Construcción. Esa es la gran preocupación del gobierno, no perder el apoyo de los dueños de la pelota, o sea, que los grandes capitalistas no empiecen a abandonarlo. Porque sin apoyo popular, y el sostén de la gran patronal, el gobierno queda en el aire y se cae, o zozobra mostrando la fragilidad del régimen frente a una lucha firme. Lo que sigue es conocido; la burguesia exigiéndole al gobierno que ajuste para corregir los desiquilibrios y el gobierno diciendo que no va a ajustar mientras ajusta.

¿La estatización del ferrocarril es la solución?



El gobierno, que sabe que perdió las elecciones en todos los municipios donde pasa el tren Sarmiento, acaba de anunciar la estatización de los ferrocarriles Sarmiento y Mitre (ya se había anunciado la estatización del Roca y del Belgrano Carga). El anuncio ya es engañoso en su misma formulación porque los ferrocarriles ya eran estatales sólo estaban concesionados. Lo que en realidad hace el gobierno es sacarle las concesiones a las empresas contratista que vía millonarios subsidios se robaron todo en lo que ellos llaman "la década ganada" (será por eso ganada, por las ganancias que ellos tuvieron).

Pero no se trata más que de otra mentira electoral. ¿Qué diferencia hay que el ferrocarril esté estatizado si de cualquier forma estará bajo la orientación del mismo gobierno que dejó que se deteriore todos estos años; o los Jaimes, los Schiavis, los De Vidos y los Randazzos ahora, a diez años de administración, piensan hacer las cosas bien? ¿Es que acaso las estatales Austral y Aerolíneas Argentina son empresas transparentes donde hay déficit pero se ven las buenas intenciones de los que la dirigen? No, en la misma situación de agujero negro de Austral y Aerolíneas Argentina está y estará el Ferrocarril.

Para que haya un mínimo cambio hay que luchar por la estatizacion bajo el control de los trabajadores y los usuarios, sin este efectivo control no van a haber cambios importantes. La clave esta en la unidad, para la lucha, de los trabajadores y en la unidad de los trabajadores con los usuarios. Pero al mismo tiempo para que se destine la cantidad de dinero en invenciones que el ferrocarril necesita debería haber un Estado que priorice a los trabajadores (o sea, más del 90 por ciento de los usuarios) y no a las empresas del transporte, de pasajero y de carga, que quieren que el ferrocarril siga destruido. Y ese Estado no puede ser más que un Estado de los Trabajadores, o sea, hasta para tener un servicio decente de trenes se impone la lucha por la toma del poder por la clase obrera.

M.R                                                                                                                                                       

Gran elección de la izquierda



El FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores compuesto por el PO, PTS, Izquierda Socialista y otros grupos) conquistó una parte de esos millones de votos perdidos por el kirchnerismo, llegando casi al millón de votos.
   Pero esta importante elección de la izquierda fue realizada con una campaña electoral de tipo socialdemócrata (o sea, de socialistas domesticados) de parte del FIT y el MAS -y más aún Marea Popular o el MST que no tienen un posicionamiento desde los intereses de la clase trabajadora-; sin poner en el centro la necesidad de la lucha, sino la de llevar a "la izquierda al congreso", donde, aparentemente democráticamente, se resolverían los grandes problemas que tiene la clase trabajadora y el país. Demás está decir que eso es falso, que una banca -ni siquiera veinte- en el parlamento no resuelve los problemas de fondo, tales como salarios que cubran la canasta familiar; trabajo y vivienda para todos; salud y la educación para todos y de calidad, etc., o sea, para resolver las cuestiones más elementales se necesita la toma del poder por la clase obrera, porque si no se le quita el poder a la burguesía no habrá cambios de fondo, y cada día se estará peor.
Sin embargo es muy probable que esta izquierda, que se dice revolucionaria pero que en realidad no lo es, logre meter varios diputados en las próximas elecciones. Pero tal cosa no significa un voto más rojo, más radicalizado por parte de los trabajadores, porque no está reflejando un proceso de lucha importante, y por eso no se trata de una mayor conciencia en amplias capas del proletariado, sino más bien refleja la recaída del kirchnerismo, y que el grueso del Proyecto Sur haya sido cooptado por el ARI y el radicalismo.

¡No al ataque imperialista a Siria!

La intervención de Rusia fue vital para frenar el ataque de los Estados Unidos a Siria, que es acusada de usar armas química contra su población (algo difícil de comprobar y dudoso si esa acusación y comprobación proviene de los EE.UU). El plan del presidente ruso, Putin, compartido con el presidente sirio Al Assad, consiste en que éste entregue las armas químicas y de esa forma Obama desistiría en bombardear Siria. Pero esa nueva situación no resuelve ningún problema. Por un lado, que un país se vea obligado a entregar sus armas para evitar un ataque o una invasión no tiene nada que ver con una decisión soberana -y habla del carácter de régimen de Al Assad-. Por otro lado, la entrega de las armas químicas por parte del gobierno sirio no cambia el hecho de que el régimen de Al Assad seguirá masacrando la rebelión que lleva dos años y más de 50 mil muertos. 

En definitiva, EE.UU parece más preocupado por la existencia de armas química (que podrían ser usadas contra Israel) en poder de Al Assad que en la defensa del pueblo que supuestamente había sido atacado por éste con gases químicos, pero que es masacrado todos los días. Es que a pesar de todo Al Assad sigue siendo una garantía para los EE.UU., y estos no desean un triunfo rebelde que puede traer mayores problemas a la región.

No al ataque imperialista a Siria – Armas para las masas sirias – Por milicias obreras y populares que frenen al imperialismo y derriben al carnicero Al Assad.