martes, 4 de octubre de 2016

¿Por qué somos trotskistas?

Trotskista -o trotskismo-, como categoría, es mucho más que ser partidario o ser seguidor de León Trotsky. El término trotskista es también una categoría histórica que incluye a Marx, Engels, Luxemburgo y Lenin, el legado teórico y la experiencia histórica de las cuatro primeras internacionales; o sea, de la lucha por los intereses actuales e históricos del proletariado, lo que significa la lucha por el partido revolucionario de los trabajadores, la construcción de la Internacional -comunista, obrera y revolucionaria- en lucha por el Socialismo mundial y el Comunismo.
Si el marxismo es el estadio más alto al que ha llegado el pensamiento humano, el trotskismo no es sólo la única forma de entender, desde el marxismo como ciencia, la historia del siglo XX, esto es; del pasado y el presente de la lucha de clases y de la clase obrera -y por ello de los pueblos, y de los géneros, oprimidos y explotados del mundo. Sino también, y fundamentalmente, su programa es hoy la única forma de luchar por un futuro de igualdad, abundancia y libertad para toda la humanidad, y con ello luchar también por la naturaleza, que la voracidad y la crisis capitalista destruye a cada paso.
Mientras exista el capitalismo, y el proletariado esté en condiciones estructurales para luchar por el poder, no hay, ni habrá en el mundo, un programa más revolucionario -más radical, racional, realista y positivo- para la humanidad que el del trotskismo.
 
¡Viva la clase obrera!
¡Viva el Socialismo Mundial y el Comunismo!
 
¡Viva el Comité Organizador por una
Internacional Comunista Obrera y Revolucionaria!

Gobierno de Macri

Crisis, miseria y más endeudamiento 

Se conocieron los números de pobreza de la nueva medición del INDEC después de tres años. El 32,2 por ciento son pobres y el 6,3 por ciento son indigentes, según los criterios de pobreza e indigencia que usa el INDEC. Rápidamente Macri salió a decir que "Este es el punto de partida sobre el que acepto ser evaluado" haciéndose el distraído sobre el hecho de que gobierna hace más de nueve meses. Y sólo en los primeros meses los despidos, tanto en el sector público como en el privado, alcanzan ya a 200.000 trabajadores. Para los que mantienen su puesto de trabajo se les ha reducido el sueldo al mantener la recomposición salarial por debajo de la inflación, se calcula una pérdida salarial promedio de un 10 por ciento. Todo esto va en paralelo a las subas en las tarifas de servicios como gas, luz, agua y transporte, con aumentos que van de un 100 por ciento en el transporte, y de un 400 por ciento hasta un 2.000 por ciento en agua, luz y gas más de un 200 por ciento. Una situación de pérdida de poder adquisitivo de los salarios que da como resultado 1,4 millones de nuevos pobres sólo en los tres primeros meses del 2016.
Pero esta respuesta de Macri, como si él no hubiera estado gobernando estos últimos 9 meses, sobre la crisis económica y el aumento de la pobreza no es fortuita. Ocurre que estamos próximos a fin de año -y el año que viene hay elecciones- y para esto el gobierno piensa gastar gran parte de los miles de millones de dólares que los organismos de crédito internacional le dieron. Al gobierno no le preocupa tanto la miseria como la posibilidad de que haya estallidos sociales, en las grandes ciudades y sus suburbios reclamando comida en estas fiestas. Y que eso empañe toda la campaña electoral del año entrante. Elecciones donde tiene que conseguir muchos diputados si quiere mantenerse con fuerza para seguir ajustando.
Ya está inyectando millones de dólares en la obra pública. Se anunciaron 50 convenios con intendentes para realizar obras de vivienda y pavimentación por 3 mil millones de dólares. Está inyección de dinero es muy importante porque los últimos datos, de agosto, indica que la actividad de la industria y la construcción seguía cayendo. Apuestan a que de aquí a fin de año haya un vientito económico favorable, pero se trata de algo artificial, creado por necesidades políticas. Las inversiones reales a la producción no vinieron ni vendrán, salvo que impongan inmediatamente la flexibilización laboral, algo poco probable aún.
En  definitiva, al solicitar créditos internacionales, a los entes financieros usurarios de siempre, para obra pública, para reactivar la industria y la construcción, le están haciendo pagar al conjunto del pueblo las necesidades políticas del gobierno y las necesidades económicas de los empresarios para la buena marcha de sus negocios. Pero no serán nuestros nietos los que paguen las consecuencias de esto, ni bien pasen la elecciones y se sienta fortalecido el gobierno avanzará más drásticamente con el ajuste.

¿Aumento salarial o suma fija de fin de año?

A comienzos del año fue la burocracia sindical del gremio docente la que aceptó la paritaria en dos veces. Pero el gobierno ahora dice que la inflación bajó y no quiere reabrir las paritarias, perdiendo los docentes más de un 15 por ciento. En la mayoría de los gremios privados la paritaria fue de una sola vez, dividido en tres cuotas, pero muy por debajo de lo que fue la inflación, que se calcula en un 46 por ciento interanual.
Ahora, sin aclarar todavía los montos, la burocracia sindical de la CGT unificada negocia en secreto una suma fija para fin de año, y que no paguen ganancias los que ganan más de 30 mil. Pero una suma fija, como las que se daban en el 2001, más aún si no se dicen los montos, es nuevamente un engaño. Y los dirigentes de la CGT son cómplices, como lo fueron los dirigentes de los docentes.
La unificación de la CGT está demostrando lo que decíamos: no quieren luchar, se unieron contra los trabajadores.

-Basta de negociaciones secretas - Exijamos asambleas en todas las fábricas y establecimientos para votar un plan de lucha - Por una Huelga General que logre arrancar un aumento salarial para los trabajadores, las jubilaciones, y las asignaciones o planes sociales, que equipare lo perdido por inflación.

-Frente a la tregua que le da la burocracia sindical de la CGT y la CTA al gobierno: que las comisiones internas y los sindicatos combativos llamen a un Congreso Obrero de Delegados de Base de todo el Movimiento Obrero, y se discuta un plan de lucha para enfrentar y derrotar al gobierno y su ajuste.

-Basta de desocupación y trabajo en negro – Por el reparto de las horas de trabajo - 6 horas de Jornada laboral para todos (4hs para los que actualmente tienen 6hs) – Que la crisis capitalista la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.

-Por salarios que cubran el costo de la canasta familiar.

-Por un Gobierno Revolucionario de los Trabajadores, que lleve adelante un plan económico obrero de emergencia.

Crimen capitalista en la línea 60

Llamamos crimen capitalista a la muerte de David Ramallo, mecánico de la Línea 60, al que se le cayó un colectivo encima por fallas de seguridad, porque todo demuestra que la patronal de DOTA busca grandes ganancias sin importarle nada de la suerte de los trabajadores. Para ellos, los trabajadores son cosas, son sólo piezas en el engranaje de la empresa. Y como parte de esto, el mismo día moría un obrero de la construcción, Ricardo Alcaraz, en Villa Crespo, por falta de seguridad al ser aplastado por el derrumbe de una medianera. Otro crimen capitalista donde ni la patronal, ni los responsables de seguridad de la UOCRA y del estado, se quieren hacer responsables. Pero lo son totalmente.
Pero el crimen obrero de la línea 60 es muy significativo porque los delegados habían realizado muchas denuncias alertando del problema de seguridad, y los burócratas sindicales de la UTA nada hicieron, más aún cuando esa terminal había sido habilitada hacía muy poco y los organismos de control estatal (Macri) avalaron esas pobres condiciones de seguridad. Y, para cambiar el eje de la lucha, la patronal envió 30 telegramas de suspensión.
Obviamente, como corresponde, los trabajadores cesaron las tareas, y durante cuatro días, habiendo una muerte, y siendo público el conmocionaste suceso, la patronal no se hizo presente, pero tampoco ningún juez, ni un fiscal siquiera, y ni un miembro del Ministerio de Trabajo, solamente se hicieron presentes, en dos ocasiones, peritos de la policía. La misma policía que en conflictos anteriores, por salario y contra despidos, actuaba liberando las zona para que la patota de la burocracia sindical le pegara a los trabajadores. En otras palabras, los únicos que fueron a ver el lugar eran policías que se sabe que están en acuerdo con la patronal. Todos al servicio de la empresa. Y el Ministerio de Trabajo (Triaca) se dignó, porque ya no podían seguir ocultándola, porque demostraba su parcialidad, a dar a conocer el acta del “accidente”, 12 días después de haber ocurrido.
Esto no ocurre por casualidad, la sociedad es capitalista y los gobiernos, y todos los engranajes del estado, están en función de los intereses patronales (sobornan policías, compran dirigentes sindicales, etc.). Más aún hoy cuando Macri –que continúa la política de Cristina Kirchner de bajar el costo laboral– acababa de atacar a los trabajadores diciendo que “hacen trampa”, “que faltan mucho”, “que ponen palos en la rueda” que “tienen que ser más productivos” y por ello buscan acuerdos por productividad, etc. etc. Porque en última instancia lo que busca es flexibilizar aún más las condiciones de trabajo.
Pero los trabajadores de la línea 60 se han mostrado unidos y en lucha. Si a nivel nacional tuviéramos cientos de comisiones internas como la de la línea 60, el gobierno ya estaría con el rabo entre las patas. Esto demuestra una vez más que lo sindical está íntimamente ligado a lo político. Que no se puede analizar la relación obrera-patronal dejando de lado el rol que juegan los gobiernos y los partidos políticos patronales y los sindicatos que estos partidos controlan, en beneficio del capital, o sea, de los empresarios y sus ganancias.
Estos crímenes patronales sólo pueden ser vengados fortaleciendo la conciencia de clase de la clase obrera, apostando al desarrollo de una nueva dirección, política y sindical, en el movimiento obrero. Y como parte de esto, la lucha contra la patronal de todos los días, ésta nueva dirección debe tener un correlato político que al mismo tiempo luche por el poder obrero, para que los que realmente trabajan sean los que controlen y dirijan su propio destino, que es el de la inmensa mayoría.

Robos y crímines

Responsables y cómplices

El problema de la inseguridad, o de la cantidad de delitos contra la propiedad, que lleva a asesinatos y últimamente también a asesinatos y linchamientos por parte de las víctimas del robo, se ha transformado en un problema político para el gobierno, que busca sacar provecho de él y hacer girar la opinión pública general a favor de ver en cualquier lugar, menos en la pobreza y la miseria, la raíz del problema. En parte por la propia realidad que los gobiernos no pueden solucionar, y en parte también porque muchos empresarios y medios de información buscan imponer mano dura.
Pero el real culpable de tantos hechos de robos violentos y de asesinatos es el sistema capitalista, o sea, su clase dominante; la burguesía. Porque es la sociedad capitalista que todos los años condena a cientos de miles de jóvenes a no poder insertarse en el mercado laboral, que en todos estos años se han transformado en millones. Y la mayoría de los que acceden al trabajo, lo hacen de forma fragmentada en el tiempo, ultra precarizada y con sueldos de hambre. Y esa situación no sólo es para los menores de 24 años, lo es también para muchos adultos, donde sobresalen una gran cantidad de desocupados crónicos o subocupados que hacen changas y que con la crisis han agravado su situación de miseria.
Ni más policías, ni más seguridad, ni más cárceles terminarán con este flagelo del capitalismo en descomposición, situación que se retroalimenta con el negocio de la droga apañada por la policía corrupta y sus zonas liberadas.
Sin trabajo para todos y salarios decentes, nada va a cambiar. La realidad es que con miseria, desocupación y marginalidad, los robos y los delitos violentos y las venganzas e intentos de linchamientos van a continuar. Debemos rechazar las soluciones fáciles que proponen los políticos y periodistas del sistema, explicando el problema de fondo y la solución que está en la lucha por el poder de la clase obrera y en la construcción de una sociedad socialista.