La tarde del martes 12 de Enero de este año, un terremoto destruyó parte de Haití. País saqueado primero por Francia, y después de su independencia fue ocupado durante décadas por los EE.UU., con otras décadas más de feroces dictaduras propiciadas y apoyadas también por estos mismos imperialismos. Así, los diferentes imperialismos y la burguesía haitiana ha trasformado a la primera republica de Latinoamérica en el país más empobrecido de toda la región.
Este terremoto a primera vista pareciera ser una desgracia provocada por la madre naturaleza. Pero en el fondo del análisis los 200 mil muertos y la destrucción de Puerto Príncipe, su capital, no tiene nada que ver con el discurso burgués que trata de dar la impresión de algo inevitable, para desviar la atención de los obreros y de los pueblos del mundo y hacer ver a los estados y las burguesías, y hasta el mismísimo imperialismo norteamericano, como gente solidaria y preocupada por el destino de Haití y su pueblo.
Hoy, mientras los sismos siguen asolando a Haití, son tres millones de personas las que están directamente afectadas, casi un tercio de los diez millones de habitantes. Pero los siete millones restante ya están padeciendo la escasez de alimentos y el hambre.
Hace un año y medio los sismógrafos anunciaban la alta probabilidad de este terremoto, y no se tomaron las medidas de prevención, de preparación de la población y una serie de medidas de protección. Todo esto no se hizo y los culpables son el gobierno (y los gobiernos latinoamericano que han ocupado el país), la burguesía haitiana y las potencias imperialistas que siguen esquilmando a este pobre país. El gobierno haitiano paga religiosamente su deuda externa, pero ni siquiera tenía un aparato para medir la intensidad sísmica.
La mayoría de la población habita viviendas totalmente frágiles que sucumben fácilmente a los efectos de inundaciones, temblores, corrimientos de tierra, velocidad del viento etc. Aquí vemos la consecuencia de la pobreza, de los salarios de hambre, de los miserables ingresos de los campesinos. Es decir, los efectos del sistema social capitalista y semicolonial a grado extremo. Muchos edificios de viviendas están ubicados en zonas muy vulnerables (pantanosas, llanuras desprotegidas) o en la ciudad y su mayoría está mal construidas o fabricadas con materiales de poca calidad. Esto es debido a que las empresas y los organismos públicos solo se preocupan de la obtención de sus pingues beneficios sin tener en cuenta para nada las necesidades auténticas de la población. Estos desastres son consecuencia de la especulación urbanística de la alta burguesía haitiana, la misma que digita a los gobiernos y arma a las mafias.
La ayuda a las personas damnificadas o no les llegan o llegan en muy pequeñas cantidades y, a menudo, en objetos que no les hacen falta. ¿Por qué se produce esto? Porque hay instituciones y responsables estatales (controlado hoy por las tropas de
Los gobiernos latinoamericanos que se la dan de “antiimperialistas” y de “izquierda” dan lástima, tanto es así que la imperialista y derechista Francia de Sarkozy fue la primera en plantear la necesidad de condonar la deuda externa haitiana. Pero así y todo son más que miserables los fondos donados por estas potencias europeas, en comparación a la posibilidad y recursos que poseen.
Por TV se ha visto como las mismas tropas de
Mientras tanto, por un lado, las bandas mafiosas de lumpenes y desclasados se hacen fuertes, y por el otro las fuerzas de
Que se haya elegido a un policía argentino, para reemplazar al jefe de policía haitiano muerto en el terremoto, es claro que no es para usar mano blanda, ni que habrá transparencia en el reparto de los víveres. Cuanta razón tenía Lenin cuando decía que un socialista no solo plantea el armamento del proletariado cuando hay una situación revolucionaria, sino que todos los días debemos decirles a los obreros que deben estar armados. De esta forma, ante una situación semejante a la haitiana, las masas no quedan prisioneras entre las bandas mafiosas y la represión estatal y para-estatal.
Ninguna confianza en los que llevaron a Haití a esta situación ¡Fuera el gobierno de René Préval, y las tropas imperialistas de los EE.UU. de