Libertad a los trabajadores
presos en Las Heras
A 12 años del levantamiento
popular del 2001, el año termina con tres hechos que marcan
claramente hacia dónde va el gobierno en estos dos años que le
queda de mandato. Hechos que demuestran también que el kirchnerismo
nada tienen que ver con la lucha por los derechos humanos y con la
lucha dada a finales del 2001 hasta el 2003.
Primero, una huelga policial
que, a pesar de denunciar el chantaje que ejercieron los policías
llegando incluso a instar a saquear, se les aumentó al sueldo
llevándolo en promedio hasta 8.000 pesos al básico para todo agente
que recién ingresa. Y pocos días después el gobierno nacional le
dió un nuevo aumento a la Federal y la Gendarmeria, supuestamente
como gratificación, por hacer seguridad en las zonas donde las
policías provinciales dejaron liberada.
Después, hace unas semanas, en
Las Heras le dieron cadena perpetua a 3 trabajadores, y a 5
trabajadores más les dieron penas de 5 años años de prisión por
coacción agrabada, por encontrarlos culpables de la poblada en
Caleta Olivia, del 2006, cuando en la lucha contra los impuestos al
salario se llevaron detenido de la propia Alcaldía, por orden
judicial, al dirigente de la lucha. Frente a ese atropeyo
judicial-patronal se produjo esa poblada que terminó con la vida del
policía Sayago. Sin embargo, se los condenó a pesar de que los
que provocaron la poblada fue el accionar del gobierno, las
petroleras y la justicia, y de no tener ninguna prueba de que esos
trabajadores hayan estado siquiera en la marcha. La única prueba son
las confesiones sacadas con torturas por parte de la policía, hecho
reconocido hasta por el mismo fiscal acusador y a lo que no le dieron
importancia. Porque por decisión
política buscan meter presos a estos trabajadores
para escarmentar a los que luchan, e intentar frenar futuras
luchas.
Por último, y para abrochar con
un gran moño la ecalada represiva y derechista del gobierno,
ascienden a Teniente General a César Milani, militar de
inteligencia, que tiene denuncias por ser partícipe de desaparición
de soldados durante la dictadura.
Todo esto se da en el marco de
la profunda crisis económica, con devaluación y alta inflación, y
un creciente desprestigio del gobierno. Y como elemento principal de
la crisis económica está la cuestión del ajuste tarifario que
busca llevar adelante el gobierno para palear el creciente déficit
fiscal. Durante 7 años, en vez de aumentar las tarifas y
proporcionalmente aumentar los salarios, el gobierno decidió darle
plata, vía subsidios, a las empresas de servicios (transportes, luz,
gas, etc.) ahorrándoles a las patronales industriales -y al propio
Estado- no sólo los aumentos salariales correspondiente sino
también proveyéndolos de combustible, luz y gas muy barato. Pero
ahora la fiesta se terminó (con un pésimo transporte y cortes de
luz todo el verano), de la década ganada pasamos al ajuste
permanente. Y no son los empresarios los que van a cargar con el
grueso de este ajuste, sino que estos buscan descargarlo sobre el
conjunto del pueblo trabajador.
De allí que las tres cuestiones
ya mencionadas; arreglar rápidamente la demanda salarial de
los policías, llevar a la
cárcel a los trabajadores que luchan, y el ascenso de un militar
represor de inteligencia
como es Milani, están enmarcado en el giro político del
kirchnerismo tras la derrota electoral. Cumpliendo
obedientemente con las
exigencias de las cámaras patronales, "los dueños de la
pelota", como son la
Asociación de Bancos de la Argentina, la Cámara Argentina de
Comercio, la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de la
Construcción; o sea, la
gran burguesía, que es
la que impone las
condiciones.
La
CGT de Caló apoya al gobierno, al igual que la CTA de Yasky; las
CGT's de Moyano y Barrionuevo están encolumnadas
detrás
de Massa que busca
el ajuste porque tiene pretensiones
presidenciales y quiere que
el costo político lo pague el
gobierno, y no recibir un fierro caliente en
el 2015. En
el mejor de los casos cada sector
de la burocracia sindical
se dedicará a
su gremio reclamando de
un 30 a un 35 por ciento de aumento, para negociar por mucho
menos, pero nada de
enfrentar el ajuste.
La
izquierda, como el PO, el PTS o IS, que
componen el FIT, durante
toda la campaña electoral pasada, se cansó
de pedir
que se los vote porque el
voto a ellos iba a servir para luchar contra el ajuste. Pero la
realidad es que al ajuste
no se lo frena
en el Congreso, al ajuste se lo enfrenta
en las fábricas, en las
estructuras, en los
barrios y en la calle con la movilización.
Si estos partidos
quisieran, con la
inserción en el movimiento obrero que tienen
(y llamando a
otros partidos, como al
MAS y el MST, el PCR-CCC,
e inclusive
a la otra CTA que se acaba de movilizar el 19 de diciembre,
pero que se niega a
agrupar) podrían
convocar
o impulsar un
Congreso Obrero Nacional
de Delegados
de Base,
abierto a todos los
delegados de las estructuras
o gremios de las cuatro o
cinco centrales
sindicales, con un programa
mínimo que nuclee a
todos y luche por:
*Libertad
a los presos por luchar y desprocesamiento de los todos
los
luchadores
*Por
aumento salarial, que cubra el costo de la canasta familiar, indexado
mensualmente
*Abajo
el impuesto al salario y los topes para las asignaciones familiares
*Toma
y nacionalización -bajo el control de los trabajadores- de toda
empresa que cierre o despida
*Huelga
general para materializar las demandas obreras
ORGANICEMONOS
EN UN CONGRESO OBRERO NACIONAL DE
DELEGADOS
DE BASE
Liga
Comunista de los Trabajadores
(Núcleo
marxista por la construcción de un partido obrero revolucionario)
lct_revolucionproletaria@yahoo.com.ar