El
gobierno peronista-kirchnerista se enfrenta a un triple fracaso.
Fracasó, hace un mes, la política de “arreglar” pagando casi el
doble de deuda al Club de París; lo mismo con Repsol, cuando en esté
último caso era Repsol la que debería indemnizar a Argentina por la
falta de inversión y el vaciamiento de YPF. Pero Cristina Fernández
de Kirchner y Axel Kicillof “arreglaron” el pago de 20 mil
millones de dólares –entre
capital e intereses–,
10 mil millones de dólares más de lo que figuraban en las –ya
infladas–
cifras de los papeles (y
a
esto se le sumó,
en la última semana,
el arreglo con los
holdouts –bonistas–
italianos en el Ciadi, que reclamaban 2.700 millones de dólares).
Pero este mal arreglo no era gratuito, era para demostrar que
Argentina quiere pagar, se trataba de un guiño al gobierno
norteamericano y la Corte Suprema de los EE.UU. para que ésta tomara
el caso, y eventualmente fallara
en contra del díctamen
del
Juez Griesa favorable a los fondos buitres. (Recordemos
que Néstor y
Cristina de Kirchner
por dos veces, en el 2005 y en el 2010, reconoció a los tribunales
de los EE.UU. para litigar sobre la deuda de Argentina, resignando
así soberanía nacional.) Pero la Corte Suprema de los EE.UU. al
no estimar el caso falló
a favor de Griesa y de los fondos buitres. En
resumen; se trató de
total fracaso de la política del gobierno kirchnerista, en el marco
de un mayor fracaso como es el de la política de desendeudamiento.
Después
de éste
negativo falló de la Corte Suprema de los EE.UU., y de idas y
vueltas en el posicionamiento del gobierno kirchnerista antes
la nueva situación, éste
termina diciendo, en una solicitada –en
inglés–
en el diario Norteamérico The
New York Time, que no
puede pagar la cifra de 1.500 millones de dólares (que se puede
transformar en 15 mil millones de dólares) del fallo del Juez
Griesa, y que desde el 2005 hasta hoy se pagaron 190 mil
millones de dólares de
deuda en concepto de intereses y capital. Sorprendente,
porque el gobierno de
Duhalde-Lavagna dejó la deuda en 174 mil millones de dólares. O
sea, el gobierno kirchnerista en menos de diez años (con quita,
megacanje, etc., etc.) pagó más de deuda de la que había, y, al
mismo tiempo hoy el Estado está endeudado por 250 mil millones de
dólares. Y pagando todo
esto,
lejos de cancelar la deuda
casi la duplica hipotecando
aún más el futuro, pero,
para los kirchneristas, esto
se trata de un gobierno
exitoso, de una década ganada...
Pero
también ese pago de deuda es la hipoteca del presente, porque ese es
dinero que falta en las jubilaciones, donde el 75 por ciento cobra
–al
igual que cientos de miles de municipales en todo el país–
menos del salario mínimo; es el dinero que falta en la educación
pública, en cientos nuevas escuelas, en arreglar miles de otras, en
los salarios de los docentes y
estatales; es el dinero que
falta en la salud, en hospitales, en equipamiento e insumos, en
buenos salarios para profesionales y trabajadores de la salud; es el
dinero que falta para un verdadero plan de obras públicas para hacer
tres millones de viviendas, y para hospitales, escuela, puentes,
carreteras, etc., etc.
Sin
embargo, que un país que pagó en diez años 190 millones de
dólares, gracias a la renta
y retenciones de la soja
fundamentalmente, no pueda
pagar 15 mil millones cuando el precio de la soja continúa siendo
muy alto, indica también que hay un tercer fracaso. Fracasó el
proyecto de desarrollo nacional vía la retención a la
renta sojera y agro-ganadera.
Esos miles de millones de
dólares que se derivaron a la burguesía industrial, vía créditos
blandos y suculentos subsidios, no industrializaron el país, y esos
mismos empresarios hoy están
suspendiendo
y despidiendo trabajadores.
Ese
apresuramiento por arreglar con el Club de París y Repsol pagando
mucho más también obedecía a la necesidad de tener créditos
internacionales a baja tasa de interés y que vengan inversiones,
pero la Corte Suprema de los EE.UU. echó por tierra estos planes.
Pero esas inversiones que el país necesita se debe a que los
empresarios nativos –y
las multinacionales también–
la levantaron en pala en
estos diez, como dijo Cristina Fernández de Kirchner, pero no
invierten, más bien se han dedicado a especular y a fugar capitales.
Hasta diputados y economistas del Frente para la Victoria, lo
reconocen y protestan porque los empresarios no invierten en el
"proyecto nacional", para no hablar de la pretendida
izquierda kirchnerista como Miles de D'Elia, la JP Evita del Chino
Navarro-Pérsico
o Nuevo Encuentro de Sabatella-Heller, que impotentes ven como se
hunde la supuesta liberación nacional que
representaba el kirchnerismo. En definitivas; se trata de un rotundo
fracaso del proyecto de desarrollo de la burguesía nacional,
y con él también el fracaso de lo que los peronistas llaman el
Proyecto nacional y popular.
En
este marco el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por más
que obtenga de parte de la justicia norteamericana, tiempo, rebajas y
facilidades para pagar, va a seguir haciendo lo que la oposición
patronal, las cámaras patronales y el imperialismo quiere y le
exigen: seguir pagando
la deuda externa, continuar con el ajuste tarifario y reducir el
gasto público. Por eso, más
allá del discurso y las
poses anti-buitres, no
hay nada más que esperar de este gobierno que una profundización
del ajuste... y la represión.
La
burocracia sindical de la CGT y la CTA traicionan
a los trabajadores dejando
pasar el ajuste
Las
CGT's y las dos CTA, cada una a su manera, vienen dejando pasar el
ajuste, y ahora no hacen absolutamente nada frente a la nueva entrega
del gobierno a la rapiña imperialista de los acreedores
internacionales. No es de extrañar en la CGT de Caló y la CTA de
Yasky, porque es su rol de oficialistas están entregadas al gobierno
y a las patronales.
Las
CGT's de Barrionuevo y Moyano (junto a la CTA de Micheli) vienen de
realizar dos fuertes paros pero sin ninguna continuidad entre cada
uno y sin plan de lucha. Es que a su manera cada uno de estos
burócratas busca sostener al gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner, hasta que sus candidatos, sea Massa o Scioli, lo reemplace.
Pero estos sectores de burócratas sindicales hacen que lucha para no
pagar el costo político de quedar ligado al gobierno cada vez más
en bancarrota (y la CTA Micheli le hace seguidísimo a lo central de
esta política de Moyano-Barrionuevo). Este apoyo y sostén que le
dan al gobierno todas las alas de la burocracia sindical que se dicen
opositoras, se ve claramente cuando no han planteado, ni luchado, por
más aumento salarial de que lo que plantea la CGT oficial. Aumentos
que son en promedio un 10 por ciento por debajo de la inflación
real, la que se calcula que fue de un 40 por ciento en el año.
Ejemplo de esto en
el caso del gremio de los camioneros que
luchaba
por el 40 por ciento de
aumento –contra
el 28 por ciento que ofrecían
las patronales del transporte de carga–
y terminaron arreglando por
un 33 por ciento. Sin embargo, este gremio –aparte
de que no impulsó
asambleas para discutir frente
a las bases
y elegir paritarios–,
dirigiendo la CGT-Moyano
(y en alianza con la
CGT-Barrionuevo y la CTA-Micheli)
no impulsó
la lucha por la Huelga
General –o
al menos un paro nacional y plan
de lucha–
para unificar en una cifra
única los reclamos salariales
de todos los gremios.
En otras palabras: la
burocracia sindical opositora hace muchos
discursos combativos pero nada hace
por unificar las luchas
y derrotar el ajuste.
Enfrentar
el ajuste la miseria y la represión
Frente
a esta situación la izquierda agrupada en el FIT (Frente de
Izquierda y de los Trabajadores) liderada por el Partido Obrero, el
Partido de los Trabajadores Socialistas e
Izquierda Socialista, proponen realizar una consulta popular
–elecciones–
para que sea el
pueblo el que decida sobre si se paga o no la deuda externa. Pero más
allá que sea muy poco probable que las patronales y el gobierno
avalen e impulsen
semejante consulta popular,
cuando no hay movilización
en ese sentido. Sino
que, precisamente,
por que no hay ninguna movilización repudiando la deuda, de darse
semejante consulta con
todas las fuerzas políticas patronales (como
Macri, Massa, Cobos, Binner,
Scioli, Randazzo, etc., que
representan más del 90 por
ciento del electorado)
que están a
favor de seguir pagando,
hoy dicha consulta electoral
significaría un aval
“democrático” y consentir
el saque imperialista y
el hambreamiento del pueblo trabajador.
Una
política obrera para enfrentar al imperialismo y
al
ajuste, y luchar
contra la miseria y
la desocupación, pasa
principalmente por la movilización y también
por unificar las filas de la
clase obrera (de
los trabajadores en actividad, con los desocupados y otros sectores
del pueblo pobre)
en un Congreso Obrero Nacional de Delegados de Base. Unificando
así al
movimiento obrero a las
comisiones internas luchadoras
con los sindicatos y a
las secciones combativas, de
todas las centrales sindicales,
que estén
dispuestas
a enfrentar el ajuste del
gobierno y las patronales, y
la política entregadora de las diferentes alas de la burocracia
sindical.
*Absolución de los
petroleros de Las Heras – Desprocesamiento de los 6.000 luchadores
obreros y populares procesados por luchar
*No al pago de la deuda
externa con el hambre y los padecimientos del pueblo trabajador –
Por un Plan de Obras Públicas Nacional y Estatal, bajo el control de
los trabajadores, para la construcción de viviendas, hospitales,
escuelas, etc.
*Para que la crisis la paguen
los capitalistas y no el pueblo trabajador derrotemos el ajuste
kirchner-macrista, poniendo en pié un
Congreso Obrero Nacional
de Delegados de Base –
Impulsemos piquetes de autodefensa
*Por un salario mínimo de
9.000 pesos indexado mensualmente conforme al costo de vida
*Nacionalización de la Banca
y el comercio exterior – Reestatización de YPF, y todas las
empresas que exploten los recursos naturales no renovables, bajo el
control de los trabajadores
*No a los despidos –
Reducción y reparto de las horas de trabajo entre todos los
trabajadores de la planta – Tomar y poner a producir toda fábrica
que cierre, luchando por su estatización bajo el control de los
trabajadores
*Abajo la dictadura de los
capitalistas y sus políticos – Por el poder obrero y un Estado
Obrero