Los
trabajadores de Artes Gráficas Rioplatense vienen dando una gran lucha contra
esta patronal que es la dueña del diario Clarín. Esta empresa, lejos de la
crisis que dice tener, rebalsa de trabajo y estos despidos son sólo para,
tomando nuevo personal, lograr flexibilizar las condiciones de trabajo. De esa
forma 380 trabajadores están en lucha contra este novedoso vaciamiento y lock-out
patronal flexibilizador que tiene el visto bueno del Ministerio de Trabajo del
gobierno macrista.
Los
compañeros que componen la Comisión Interna de la fábrica responden a la
izquierda clasista –particularmente al Partido Obrero y a su Corriente Sindical
Clasista– la que inmediatamente logró ingresar al establecimiento y así, desde
el inicio del conflicto, cuarenta compañeros ocupan la imprenta y el resto de
ellos; más las organizaciones sociales y políticas solidarias, están en la puerta
de la fábrica.
De
entrada la burocracia sindical de gráficos se puso al frente decretando un paro
en el gremio para el jueves 19 de enero. Paro que tuvo un muy alto acatamiento
y junto a la Comisión Interna y a los partidos de izquierda clasista el mismo
día se realizó una gran marcha desde el Obelisco al Ministerio de Trabajo.
Acompañaron
a los obreros de AGR-Clarín trabajadores y numerosas comisiones internas, y
sindicatos como AGD-UBA, Sutna, Sitraic, Fatpren, Sipreba, Federación Gráfica,
Unión Ferroviaria del Sarmiento, otras agrupaciones sindicales, y la Fuba,
junto a los partidos de la izquierda clasista. Mandando adhesiones muchas más
organizaciones sindicales y políticas.
Y tal
importante concurrencia no es por casualidad. Se trata de una lucha muy
significativa la que vienen dando los compañeros de AGR, allí se juega gran
parte de la ofensiva flexibilizadora del gobierno. Si los trabajadores triunfan
las patronales y burócratas sindicales estarán en peores condiciones para
imponerla.
La
Comisión Interna –y la Corriente Sindical Clasista– comenzado el conflicto
orientaban la exigencia al sindicato grafico de que convoque un Congreso de
delegados de base del gremio, pero cuando la burocracia decretó la huelga para
el jueves pasado esa política se abandonó, pero a nuestro entender hay que
retomarla.
Porque no
basta con que el sindicato gráfico repudie al triunvirato de la CGT por estar
dejando pasar los despidos, los ajustes y la flexibilización, sin hacer nada.
Es fundamental, que éstos, que dicen estar en contra de esas políticas y de las
agachadas de los otros burócratas de la CGT, se pongan al frente de la pelea.
Por eso consideramos que hay que seguir luchando por ese Congreso de Delegados
de Base en gráficos para dar la pelea internamente para que ese gremio llame
(junto a otros, como el Sutna del neumático, que también están dispuestos a enfrentar
el ajuste) a un Congreso Obrero de Delegados de Base Nacional. Si se niegan a
esto, demostrará su carácter traidor como el resto de la burocracia.