sábado, 18 de febrero de 2017

¿Qué se necesita en AGR para ganar?


Los trabajadores gráficos de AGR vienen manteniendo una importante lucha de casi un mes, cuando la patronal, Clarín, despidió a 380 trabajadores aduciendo que tenían pérdidas y que los delegados no querían aceptar flexibilizarse para amortizar dichas pérdidas. Pero nada de eso es así, estaban desbordados de trabajo y la empresa empezó a trasladar o tercerizar trabajos –en negro– haciéndolos pasar como impresos en AGR. Al mismo tiempo para echar ese porcentaje de trabajadores deberían haber realizado una convocatoria de quiebra y no se hizo, y también en su argumentación la patronal está reconociendo que los despiden por persecución gremial. O sea, se mire por donde se mire, todo es ilegal. Pero el gobierno de Macri está permitiendo la mayor explotación que Clarín, y que, en general, todas las empresas buscan. Por eso no es una cuestión sólo de buenos argumentos, y que la verdad esté del lado de los trabajadores, eso en todo caso sirve para que las relaciones de fuerza se puedan volcar hacia nuestro lado, pero en sí mismos los buenos argumentos no alcanzan. De lo que se trata es de tener las relaciones de fuerza favorables en el gremio, que es lo que logrará impedir la mayor explotación y los despidos.
En ese sentido creemos que la posición de la Lista Naranja de luchar por un Congreso de delegados de base del gremio gráfico era correcta, pero después de que la burocracia del sindicato salió con el paro (que no garantizó), desgraciadamente esa línea se abandonó como eje, y hoy se plantea como plenario muy en general y de vez en cuando, diluyéndose así la idea.
En nuestra opinión, esa orientación del Congreso de Delegados de Base gráficos –y no plenario de delegados, que es muy informal y puede ser manipulable por la burocracia– debe ser llevada adelante como eje central y para eso hay que centrar el trabajo militante de los despedidos –y activistas solidarios– hacia la base del mismo gremio, para modificar las actuales relaciones de fuerza desfavorables.
Para esa tarea, a nuestro entender, nos parece funda-mental sacar un Boletín de lucha de los trabajadores de AGR y formar varios grupos o comisiones de 4 ó 5 compañeros cada una (con despedidos y activistas) para tomar las 7, 8 ó 9 estructuras más grandes del gremio –preferentemente donde dirige la burocracia–, para tener informada a la base, y que ésta sea el principal sostén del fondo de lucha, y al mismo tiempo, presionar a la burocracia por asambleas en los establecimientos y por un Congreso de delegados de base del gremio –de cara a los trabajadores gráficos.
Esa relación, cara a cara, trabajador a trabajador, no se logra con las redes sociales. Por supuesto, a las redes hay que usarlas, pero la diferencia la hace el contacto directo entre los trabajadores. Y por último, pero no menos importante, no cansarse de explicar, en los boletines, volantes u oralmente, que ésta es una lucha de todos, que la ofensiva de Clarín es una avanzada del gobierno y la patronal y si ella triunfa en esta lucha estaremos peor los gráficos, y todos los trabajadores, para frenar las imposiciones flexibilizadoras-precarizadoras y la desocupación en el gremio, y en el país. Pero al mismo tiempo, si triunfamos, podemos poner en pie un movimiento que se pare de manos y dé pelea con gran posibilidad de éxito.
En definitiva, toda la línea política para triunfar debe estar centrada primeramente en movilizar a la base del gremio e imponerle a la burocracia tanto el Congreso de delegados como un verdadero paro general gráfico –que por fuera de la presión de un fuerte sector de las bases, la burocracia no lo va a garantizar–, rebasando a la burocracia para imponer al sindicato el llamado a un Congreso Obrero de delegados de base a nivel nacional del movimiento obrero, con pocos ejes pero muy claros: contra los despidos, la flexibilización-precarización y las rebajas salariales. Para eso es claro que hay que elevar la lucha al plano político porque es al gobierno de Macri, y sus planes, que hay que enfrentar.
Por más que la burocracia diga que no quiere política -falso, sólo quiere la suya–; que a la burocracia no le quede opción: o se pone a disposición de la lucha haciendo lo que la base decida o se desenmascara con posibilidad de perder el gremio. Ponerla entre la espada y la pared es la orientación correcta.
Al mismo tiempo no hay que tener ninguna confianza en los dirigentes burocráticos de los sindicatos y las centrales sindicales. Ellos están más que comprometidos con el gobierno y las patronales, y si se acercan es para “abrazar” al conflicto pero para desgastarlo y que no se salga de madres, pero no para que triunfe. De paso posan de luchadores y no pagan el costo político de abandonarlos, porque lo cierto es que son partidarios de flexibilizar las condiciones de trabajo y fueron cómplices el año pasado de la pérdida salarial de más de un 10 por ciento, y este año incluso piden un 30 por ciento, o sea, de un 8 a un 10 por ciento menos de lo que fue la inflación el pasado año. Y si piden tan poco terminarán arreglando por menos aún.
Se pueden hacer muchas cosas por fuera del gremio para que se conozca el conflicto, y por supuesto hay que hacerlas. Pero creemos que para que triunfe esta lucha, primeramente hay que cambiar las relaciones de fuerza en el gremio. Más aún en esta lucha que en cualquier otra anterior (por los estrechos vínculos del Grupo Clarín con el gobierno y los políticos peronistas a los que responden los burócratas sindicales) la orientación central pasa por ir hacia el gremio con una política independiente de la burocracia sindical gráfica llamándola y exigiéndole, o sea, sin ignorarla, pero no haciéndole seguidismo–, en lucha por imponer un Congreso Obrero de delegados de base de todo el movimiento obrero para derrotar al gobierno y las patronales. Sólo de esa forma la crisis del capitalismo la pagarán los capitalistas.
Lejos de rogarle ayuda haciéndoles algunas tibias críticas a los burócratas sindicales de la CGT y las CTAs, hay que cuestionarlos fuertemente señalándolos como los responsables de la situación de la clase trabajadora.
 No es tarde, todavía se puede ganar en AGR, pero para eso hay que cambiar las relaciones de fuerza en el gremio. Movilicemos a los trabajadores del gremio gráfico por el paro general y el Congreso de delegados de base que lo garantice.

¡Viva la lucha obrera! ¡Viva la lucha de los trabajadores de AGR!
¡Luchemos por el Congreso de delegados de base gráficos y por un Congreso Obrero de delegados de base del movimiento obrero que, contra los despidos, la carestía de la vida y la flexibilización laboral, imponga una verdadera Huelga General y una salida obrera a la crisis capitalista!