miércoles, 10 de octubre de 2012

Elecciones en Venezuela

El 7 de octubre se realizará elecciones en Venezuela. El presidente Hugo Chávez, después de ganar todas las elecciones presidenciales desde hace 13 años, por primera vez se enfrenta a una oposición patronal unificada, y son muchos los sondeos que indican que la situación es de paridad entre estos dos frentes patronales, con una leve ventaja para Chávez pero con un alto porcentaje de indecisos.
Esta polarización electoral se da porque la crisis capitalista internacional también repercute en Venezuela. Desde el 2008 se viene profundizando el ajuste a la clase trabajadora; aumento del Impuesto al Valor Agregado, liberación de los precios de gran parte de los alimentos, devaluando así año a año el poder adquisitivo de la clase trabajadora. La burocracia sindical a fin al gobierno acompaña estas medidas; es garante del plan y responsable de la derrota de las huelgas obreras, como recientemente la de los petroleros.
Enrique Capriles, el candidato burgués opositor, viene capitalizando el descontento en la gran burguesía, las clases medias y en cada vez más sectores del pueblo trabajador que ven incumplidas las promesas del chavismo. Chávez también es apoyado por fracciones de la burguesía, de las clases medias y sobre todo por un importante sector de los trabajadores y del pueblo más pobre. Es sobre este último sector donde más se está dando la diferencia de éstas elecciones presidenciales con las anteriores. Es que en estos 13 años, teniendo el precio del petróleo por las nubes, se ha avanzado muy poco en el combate a la pobreza. En realidad se ha bajado un poco los niveles de pobreza pero manteniéndola consolidada. Lo mismo ocurre con el nivel de los salarios que siguen siendo muy bajos, y que muchas veces ni se respetan los aumentos acordados, en un país con una inflación de más de un 30 por ciento.
El avance del sector patronal que encabeza Capriles lleva al chavismo a una situación inédita porque de perder las elecciones (sin haber dado ninguna conquista substancial a la clase trabajadora y al pueblo pobre) pone en duda todo el proyecto "bolivariano", proyecto patronal que a grandes rasgos consiste en usar la renta petrolera para desarrollar una "burguesía nacional". Y todo la "boli-burguesía", los funcionarios y la burocracia estatal acomodada perderían sus prebilegios. Por otra parte, el chavismo, como todo régimen bonapartista depende de un Bonaparte, y el estado de salud de Chávez hace difícil que pueda dirigir una oposición y volver a presentarse para ser presidente dentro de 5 años.
En ese marco no es de extrañar las amenazas de Chávez -después tuvo que desdecirse- de que Venezuela entraría en guerra civil si pierde las elecciones, y el llamado a "los ricachones" a que lo voten prometiéndoles que seguirán ganando mucho dinero. Aunque para los actos de cierre de campaña de las grandes ciudades sigue hablando de "la patria socialista" y que está "construyendo el socialismo". Nada más falso.
Frente a estos dos grandes y fuertes sectores patronales se presenta la candidatura obrera de Orlando Chirino del PSL (Partido Socialismo y Libertad) que es miembro de la UIT-CI (Unión Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional) cuyo partido hermano en Argentina es Izquierda Socialista (IS), el que junto con el PO y el PTS son integrantes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Más allá de que no compartimos las posiciones pasadas del PSL que muchas de ellas fueron filo chavistas (y de Izquierda Socialista que apoyó a las patronales del campo en la Argentina durante el 2008), es altamente progresiva en Venezuela la sola presencia de una candidatura obrera en una situación política tan polarizada entre los bloques patronales que lideran Chavéz y Capriles, para darle a la clase obrera y al pueblo trabajador una alternativa de independencia política de clase batallando contra estas dos opciones patronales. Dando una pelea tanto contra la falsa ideología del socialismo chavista, como contra la política pro-imperialista de Capriles.
A diferencia del FIT -que en Argentina durante las elecciones pasadas jugó de pata izquierda del kirchnerismo sin criticarlo y sin denunciar el ajuste que se traían entre manos, así como la existencia de presos por luchar y la judicialización de las luchas-, la posición del PSL venezolano es mucho más valiente, no sólo porque están en un país donde actúa sicarios contratados por las patronales, sino también porque enfrenta ambas opciones patronales, y particularmente por resistir al chavismo que lo acusa de dividir "al pueblo" y con eso ayudar a Capriles.
Al apoyar la candidatura del PSL no podemos menos que decir que este partido no es consecuente para aprovechar la campaña electoral diciéndole a la clase trabajadora, no solamente que el chavismo no es socialismo, sino fundamentalmente, que para llegar al socialismo hay que realizar una revolución que expropie a la burguesía y al imperialismo, los bancos, las fábricas, la tierra, las grandes cadenas de supermercados, etc. Sólo así, con la clase obrera en el poder y expandiendo la revolución a latinoamérica y el mundo, los trabajadores venezolanos podrá empezar a construir el socialismo, erradicar de una vez por todas la miseria y terminar con los padecimiento de los oprimidos, y no darle ninguna chance más a la burguesía para volver a dirigir los destinos de Venezuela.

Liga Comunista de los Trabajadores
o1-10-2012

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