viernes, 24 de septiembre de 2010

Con Fidel y Raúl Castro, Cuba hace gala en el club neo-liberal de los países capitalistas

Al dejar Fidel Castro el timón del Estado y del Partido Comunista, hace cuatro años atrás, le cedió a su hermano Raúl la antorcha de la burocracia stalinista para seguir iluminando las recetas neo-liberales en la isla, dejándoles a los capitalistas y a los imperialistas del mundo la oportunidad histórica de rematar y privatizar toda Cuba, y terminar definitivamente con la conquistas de la revolución democrática y social de 1959, que llevó a expropiar a la burguesía y al imperialismo en 1961.

Al llegar la década del '90, la caída de la Unión Soviética significó para la burocracia del PCC la perdida de su principal socio político y económico, dándose paso el Período Especial. En ese período (del año 1991 al 95), se apreciarían como nunca antes las contradicciones de un régimen que se decía “socialista, y demostraba en los hechos, que la brecha de riqueza y privilegios de la casta burocrática del Partido Comunista, y de las masas proletarias cubanas, eran cada día más grandes e insalvables. Su producción y comercio exterior llegó a frenarse en un 80%, dejando en largos paros a los trabajadores del motor productivo azucarero, como la incipiente producción agrícola. Para principios del '95 se fomento la inversión privada, las empresas de capitales mixtos, y una doble moneda convertible en los servicios de turismo como principal soporte de la golpeada economía cubana, ampliándose aún más su brecha social.

Con el inicio del nuevo milenio, las burguesías latinoamericanas entrarían en colapso y se entablarían grandes procesos de estallidos sociales, movilizaciones populares, y caídas de gobiernos liberales pro-imperialistas (De La Rua, Sanchez de Lozada, etc). A caballo de estos procesos se darían gobiernos de signo bonapartista, llamando a construir el “Socialismo del siglo 21”, donde Chávez, Ortega y luego Evo Morales y Rafael Correa le darían formalmente matriz ideológica, de lucha en el marco del sistema, a las direcciones del movimiento obrero, llevando a la impotencia a la vanguardia obrera, campesina y popular, por seguir a estas direcciones que no impulsan políticas revolucionarias y socialistas en los diferentes procesos de lucha. Esta desviación de la lucha de las movilizaciones populares y de las luchas obreras se pagaría (y se paga) con asesinatos de dirigentes obreros en Venezuela, golpe y crímenes en Honduras, asesinatos de estatales en Ecuador, o de campesinos y mineros en Bolivia, donde la reacción oligárquica acrecienta su poder con su puño de hierro en las “Media Lunas” fascistas de varias prefecturas (provincias) bolivianas, como otros procesos de lucha en el resto del continente. Inclusive en la misma Cuba -donde todos los días se encarcelan opositores y dirigentes, muchos de ellos verdaderamente comunistas-, miembro del ALBA, representantes de estas burguesías “de izquierda”, negocian con el imperialismo estadounidense para dar más seguridad jurídica, a los futuros capitales de ese lugar y de Europa. Con esa base, los miembros del ALBA, y del Mercosur, tratan de llevar adelante el irrealizable, utópico y reaccionario proyecto (en esta época mundial de dominación imperialista del mundo por la burguesía de unos pocos países, de concentración de capitales, tecnologías y mercados) de construcción de fuertes burguesías nativas en los países semi-coloniales que le disputen al imperialismo mundial el control.

Mientras tanto en Venezuela se comienza a recrear desde el Estado, con el aparato político del PSUV, una nueva burguesía, la Boli-Burguesía (Bolivariana). Los Castro ven ahí un hilo de continuidad histórica con ellos mismos y una válvula de escape para todas las contradicciones internas, estructurales, económicas y sociales que sufre el pueblo trabajador cubano desde hace décadas. Actualmente se suscitan noticias en las diferentes tapas de diarios del nuevo plan a seguir: La acumulación acelerada de capitales de la burguesía cubana y la burocracia del PC cubano, en su nuevo y débil Estado capitalista. Aún más, el mismo Fidel Castro ante declaraciones a la prensa internacional (el 9 de Septiembre), anunció que el modelo cubano ya ni siquiera funciona para nosotros, poniendo sobre relieve con más nitidez los dichos de su hermano Raúl, cuando éste afirmó en su asunción al poder, que iba a desarrollar profundos cambios estructurales y de conceptos en la isla. A los pocos días de la declaración de Fidel Castro, éste tuvo que salir a desmentir esos dichos, pero al mismo tiempo el PCC anuncia 500.000 despidos para los próximos meses, despidos que hacen pasar como cesantías, y que supuestamente deberán ser absorbidos por la actividad privada.

Desde que Raúl Castro está al frente de Cuba, se despidió o se dejó cesante a 200.000 trabajadores del sector estatal, como otros 100.000 en diferentes áreas de su economía, en un largo plan de reconversión capitalista calculado en un total de 1.300.000 cubanos despedidos en los próximos años sobre una población total de 11.000.000 de habitantes. Una tasa desocupacional bastante alta para el país de el pleno empleo. En el campo, se avanzó con la flexibilización de una nueva Ley de Tierras, donde por un lado se permite a sectores cuentapropistas armar cooperativas privadas de trabajo, orientado hacia las materias primas y el suministro en carreteras y autopistas y por el otro, facilitar el proceso de inversión extranjera en el turismo internacional, con una masa de inversión de capitales estimada en unos 2.200 millones de dólares en estos últimos años, favoreciendo a su vez, el manejo indiscriminado de inmuebles y servicios internos, que antes pertenecían totalmente al Estado. En el pequeño sector de la producción, ahora rige la formula de a cada cual según lo que rinda en el trabajo, es decir, el salario por rendimiento productivo, en el nuevo Reglamento General sobre las formas y sistemas de pago, con la idea de uniformar la política salarial entre las empresas en perfeccionamiento empresarial y las que no están en ese proceso, en ese camino se llegaría a que el trabajador ganará lo que sea capaz de producir, informó el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Mateu.

Pero no todo es color de rosa en los planes capitalistas de los Castro y su pandilla de burócratas del P.C.C. Desde Febrero del año pasado, y ante la apertura de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), su presidente Ricardo Alarcon, fue por largos minutos asediado por estudiantes universitarios que criticaron el desenvolvimiento de la dinámica perjudicial de las reformas capitalistas, desde el fallido sistema electoral vigente, hasta las medidas de dualidad en su moneda, que sólo favorece a una pequeña parte de su población (la burocracia, la neo-burguesía y sus socios), mientras en el resto de las ciudades y el campo la clase trabajadora tiene que ahorrar varios meses de trabajo para poder conseguir insumos básicos, como jabón, u otros de carácter más sofisticados, inalcanzables para la mayoría de ellos. También se apuntó al cierre de varios hoteles internos y de derechos sindicales de los trabajadores, al deterioro de los salarios cada vez más devaluados, en contraste de la nueva moneda y regla económica aplicada desde las esferas de la Castro-Burguesía, críticas que alegaron desarrollar y fortalecer el socialismo en Cuba.

Es esa juventud y esa vanguardia obrera, popular y de campesinos pobres, que verá la crudeza de los planes capitalistas de los Castros y del PC la que saldrá a la lucha. Por eso mismo hay que motorizarla en un partido independiente de la clase trabajadora que marque el camino hacia la construcción de un socialismo real, tirando abajo esta burocracia chupa sangre agente de imperialistas y capitalistas, los que ven con buenos ojos los nuevos planes de los actuales verdugos rojos del pueblo cubano, y sus fracciones internas agrupadas en el Partido Socialdemócrata, y el Liberal. Una dirección revolucionaria en lucha por la democracia obrera, que establezca la nacionalización de la banca y el comercio exterior, la planificación económica, apuntando a fortalecer la producción y el reparto de los bienes socializados, en la construcción de una Internacional Comunista Obrera y Revolucionaria como Partido Mundial de la Revolución Socialista que impulse y expanda la revolución socialista a toda América y al mundo entero.

    *Por la construcción de un partido obrero y revolucionario que luche contra el capitalismo introducido por la Castro-Burguesía del PCC! *¡Por Consejos de Obreros, Campesinos y Soldados para defender las conquistas de la revolución, y el armamento del proletariado para ejercer la democracia obrera! *¡Libertad a los presos políticos de la burocracia restauracionista! ¡Abajo la burocracia del PC, sus socios burgueses, y sus planes contra-revolucionarios! *¡Todo el poder a la Clase Obrera, apoyando su gobierno en el campesinado pobre! *¡Por una Federación de Estados Socialistas Latinoamericanos! *¡Por la construcción de una fuerte Internacional Comunista Obrera y Revolucionaria-Bajo el legado teórico-programático de la IV Internacional, que forje en todo el mundo partidos revolucionarios de la clase trabajadora en lucha por la revolución socialista! *¡Viva la Revolución Socialista Mundial!

    Miguel Belor

Elecciones en la CTA: Yasky y Micheli son lo mismo

Los dirigentes de la CTA también tienen una larga tradición de traiciones. Pero solo nombraremos las más próximas que los muestran de cuerpo entero. En el 2001, cuando la juventud trabajadora y los desocupados enfrentaban cuerpo a cuerpo a la represión de De la Rua -y Duhalde-, estos burócratas consideraban provocadores a los que participaban en la jornadas de finales del 2001 y principios del 2002.

Más allá de sus matices, ambos sectores encabezados por Yasky y Micheli tienen una larga trayectoria de avales e impulsos a proyectos políticos de conciliación de clases, actuando siempre como amortiguadores de la lucha y garantes del régimen. Si hoy aparecen en veredas diferentes es porque sus caminos políticos se bifurcaron a partir de la pelea interpatronal entre el campo y el gobierno. Ayer transitaron juntos por el Frepaso, la Alianza y el ARI, y hoy, mientras Yasky -Lista 10- camina junto a Sabbatella y el kirchnerismo, De Gennaro-Micheli apuestan sus fichas al engendro patronal de Pino Solanas, el PS, el GEN y dirigentes radicales que quieren posar más a la izquierda. Ambos son dos proyectos pro-patronales, y la CCC y el MST al apoyar a la Lista 1 de Micheli, también sostienen a la burocracia y a su proyecto patronal.

Los partidos de izquierda anti-burocrática, principalmente el PO, el PTS y el MAS, hicieron todo lo posible para ir cada uno por su cuenta y debilitar la necesaria unidad de los luchadores anti-burocráticos. El PO se cortó sólo presentando su lista -Lista 3- y de allí no se movió; el MAS -Lista 5- se mantuvo intransigente buscando que su candidato vaya al frente de una lista unitaria negándose a hacer plenarios regionales de los afiliados del CTA para elegir los candidatos, argumentando que su candidato era el de mayor representatividad; y el PTS -Lista 4-, que correctamente tenía la postura de realizar los plenarios, pero cuando vió que ella no tenía consenso la siguió manteniendo al punto de seguir sólo rompiendo la posible unidad con el MAS y otros grupos más pequeños pero con igual relevancia en la CTA. De esta forma la izquierda anti-burocrática perdió la oportunidad de conformar una lista que, aunque no gane la conducción central, al menos pueda ganar seccionales y hacer oír su mensaje clasista y de lucha anti-burocrática a muchos miles más de trabajadores. Pero divididas, estas tres listas de luchadores anti-burocráticos, ni siquiera fueron tenidas en cuenta en los debates ni en los medios de información. Por todo eso nuestra postura fue el voto crítico a cualquiera de estas tres listas clasistas.

Todavía hoy no está claro quién ganó en estas elecciones, porque tanto Yasky como Micheli se adjudican ganadores. Pero cualquiera de las dos listas que gane serán igualmente pro-patronal y burocrática, y seguirá aislando las luchas como hizo Micheli en el Garrahan, o Yasky con los docentes en varias provincias, y ambos la lucha de los trabajadores de FATE el año pasado.

Paraná Metal: Los obreros luchan contra los despidos y la rebaja salarial

Los 900 metalúrgicos de Paraná Metal siguen con los cortes de la Ruta 9 en defensa de sus puestos de trabajo. Cristóbal López, empresario K dueño de Casinos y petroleras, a cargo de la empresa, se declaró en quiebra y ahora exige despidos, una rebaja salarial del 40% y flexibilización laboral para seguir “gerenciando” la empresa.

Paraná Metal fabrica blocks y otras autopartes. La industria automotriz tiene producción record y ganancias fabulosas, pero la empresa dice tener pérdidas, sin embargo durante la lucha demostraron que lo único que buscan es terminar con las conquistas. Tenemos que apoyar a los compañeros de Paraná Metal porque ellos representan hoy la batalla de toda la clase obrera contra la desocupación y la precarización laboral.

Los trabajadores se han movilizado a Buenos Aires varias veces. El 15 marchan junto a la CTA, Central de Trabajadores Argentinos, que llamó a Paro formal, pero como Yasky es kirchnerista, no hace mucho para que el conflicto triunfe. El 16 de septiembre fueron invitados por los estudiantes a encabezar su movilización en defensa de la educación y en homenaje a los estudiantes asesinados en la Noche de los Lápices.

Pero tanto su gremio, la UOM, como la CGT de Moyano, miran para otro lado. No han hecho nada de nada, demostrando así que es mentira el carácter combativo que muestra Moyano, y también que el gobierno K sea pro-obrero como quieren hacer creer.

La asamblea general de Paraná Metal resolvió exigir a la UOM y la CGT un plan de lucha en defensa de sus puestos de trabajo, para que enfrenten a los Kirchner, socios de Cristóbal López, y no se dediquen a hacer actos apoyando su candidatura.

¡¡¡Viva la lucha de los trabajadores de Paraná Metal por sus puestos de trabajo y contra las rebajas salariales. !!!Por asambleas en todas las puertas de fábricas en la UOM que voten un plan de lucha para frenar los atropellos patronales. Por la Huelga General de la UOM para imponer la nacionalización bajo el control de los trabajadores de Paraná Metal.

¡¡¡Por un Congreso Obrero Nacional de Delegados de Base!!!

¿REPARTO DE LAS GANANCIAS O CHAMUYO ELECTORAL?

El proyecto de ley de “reparto de las ganancias”, presentado por Recalde, diputado K y representante de la CGT, es otro de los tantos fraudes kirchneristas. En un país donde hay un 15% de desocupación junto a trabajadores que hacen changas, donde el 45% de los trabajadores permanentes están en negro, donde el 15% son estatales (educación, salud, judiciales, administrativos, etc.), y donde existe un 10% de monotributistas; ese “reparto de las ganancias” solo podría ser un aumento potencial para un 20 o 25% de los trabajadores. Pero las empresas, vía toda clase de balances falsos siempre hacen figurar que ganan mucho menos de lo que realmente ganan. De esa forma, en el mejor de los casos, ese supuesto reparto de las ganancias llegaría a menos de un 10% de los trabajadores, a los cuales a un sector importare se les quitará con el impuesto a la ganancia, a los salarios, que el gobierno mantiene.

Si al gobierno (y a los burócratas de la CGT) realmente le interesara el nivel de vida de los trabajadores perseguirían el trabajo en negro atacando a los empresarios negreros que pagan salarios mucho más bajos de lo que realmente corresponden, quitarían el IVA a todos los productos de la canasta familiar, quitarían el impuesto a las ganancias sobre los salarios, y compensarían eso con impuestos a las mineras, a la renta financiera y al juego.
Como se vé el gobierno no tendría que hacer nada revolucionario, sin embargo como no le interesan los trabajadores sino solo buscan posar de izquierda frente a las próximas elecciones del año que viene, es que impulsa ese proyecto de “reparto de las ganancias”, que de concretarse, solo significaría un pequeño ingreso adicional para unos pocos, que al poco tiempo será licuado prontamente con el atraso salarial con respecto a la inflación.