viernes, 8 de junio de 2018

Al acuerdo FMI-Gobierno; que es más ajuste, más hambre, más desocupación, y sobre todo… más represión: Enfrentémoslo con un Congreso Obrero de Delegados de Base que imponga la Huelga General derrotando al plan hambreador


Quitando toda la complicada terminología economista, lo que el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente el Banco Central, Federico Sturzenegger, dijeron en la conferencia de prensa donde anunciaron los acuerdos firmados con el FMI, fue: a) Consiguieron un préstamo de 50 mil millones de dólares de los cuales 15 mil entrarían en los próximos días y el resto vendrá según marche la aplicación del plan; b) Se acordó la flotación del dólar, o sea, el dólar queda libre hasta que encuentre “el equilibrio” -que el capital financiero desee; c) El tesoro emitirá deuda en pesos para “rescatar” las letras intransferibles que están en el Banco Central para así reducir las Lebacs que hoy son de 1,2 billón de pesos; d) Después de esa colosal transferencia de dinero a los especuladores financiero, se enviará un proyecto de ley al congreso para que el Banco Central no pueda enviar dinero al gobierno -ni a pedido de éste ni del parlamento-, así Banco Central responderá directamente al FMI, fijando también la tasa de interés; e) El acuerdo da tres años de gracia para empezar a pagar al FMI, o sea, empezaría a pagar el próximo gobierno; f) Permitirá al gobierno nacional usar recursos, en caso de ser necesario, de un mínimo porcentaje del PBI, para paliar la situación de los “más vulnerables”. Ese supuesto costado humano del FMI no es más un mecanismo paliativo frente a la posibilidad de un estallido social para poder desviarlo.
 A cambio de esos 50 mil millones de dólares -más 5.600 millones de otros bancos- el FMI exige ajustar y ajustar hasta llevar a cero el déficit fiscal en dos años, al 2020, lo que conlleva despidos en el Estado y reducción salarial vía aumentos muy por debajo de la inflación (de hecho el “aumento” del 5 por ciento que anuncia el gobierno corre sólo para privados) y reducción de presupuestos en todas las áreas, pero fundamentalmente en salud y educación. Y detener la obra pública la que también es considerada un gasto público.
Junto a esto, entre otras pérdidas de conquistas, una mayor flexibilización laboral, como terminar con las indemnizaciones, y también la suba de edad jubilatoria a 70 años. Imponiendo al mismo tiempo irrealizables metas de inflación, como un 17 por ciento sea el 2019 y menos de un 10 por ciento para el 2020. Aunque cualquiera sabe que es falso, más que metas de inflación estos números son futuros techos salariales, cuando la inflación se proyectará de un 5 a un 10 por ciento más, o más aún si todo se les va de las manos, que es lo más probable.
Es que los tarifazos en los servicios continuarán y mayores aun serán con un dólar flotante, porque las tarifas de los servicios y el petróleo están dolarizadas. Y lo único que generó trabajo, en los dos años pasados, fue la obra pública, que ahora se corta o reduce drásticamente. No hay un solo elemento que indique que la economía vaya a mejorar, más bien todo lo contrario. Y el gobierno lo sabe perfectamente.
Ya el Ejército está siendo sacado de los cuarteles para colaborar con Gendarmería en la frontera, lo que indica que progresivamente se multiplicará la presencia de la Gendarmería en las calles para la represión de las luchas en el Gran Buenos Aires y las principales ciudades del interior del país. Los acuerdos militares con los EE.UU. e Israel apuntan a fortalecer la represión.
A todo esto la CGT se reunió horas antes en la Casa Rosada con los Ministros con un pliego de reivindicaciones, tales como el dinero de las obras sociales, que las partidarias sean libres, que se retire las leyes de flexibilización del congreso y que no haya despidos en los próximos seis meses, y diciendo previamente que estaban dadas las condiciones para un paro. Pero, tras el anuncio del 5 por ciento de aumento se retiraron de la reunión diciendo que nunca fijaron fecha de paro... y que ahora entraban en un cuarto intermedio hasta la semana que viene.
No es nada nuevo, hace dos años que la CGT viene evitando luchar contra el ajuste, más aún, estuvieron a favor de la ley de reforma laboral, sólo se reubicaron después de las grandes movilizaciones de diciembre, del 2017, contra la reforma provisional.
Todo parece indicar que la CGT ya se bajó del paro, y que éste sólo será realizado, el día 14 de junio, por el gremio camioneros -si la patronal no les da el 27 por ciento que piden-, docentes, estatales y posiblemente bancarios (pero estos ya firmaron el 15 por ciento y ahora tendrán 5 por ciento más, lo que hace que sea dudoso que paren). Pero estos gremios no se plantean organizar al conjunto de la clase trabajadora, por ejemplo, convocando a un congreso de delegados de bases de todo el movimiento obrero que quiera enfrentar el ajuste, y ni siquiera los gremios que son de la CGT se van de ésta. Pero, aunque la CGT llamara a parar, teniendo en cuenta todo el accionar que llevan adelante, obviamente hay que llamar a parar, pero este paro solo será para descomprimir y no pagar ellos el costo político. Por eso exigirles a los burócratas que luchen es una obligación porque dirigen las centrales obreras, pero creer que estos pueden iniciar un plan de lucha, como para derrotar este ajuste, es ilusionar infundadamente a los trabajadores, ilusión que la mayoría ya no tiene.
Pero estos burócratas sindicales no solo traicionan porque son unos gordos millonarios, sino también porque son peronistas, o sea, como pro-capitalistas que son, no van a romper con el FMI y el mercado financiero mundial. Prueba de eso es que las diferentes ramas del peronismo -que piensan unificarse para las elecciones; Cristina Fernández de Kirchner, Massa, Sola, Urtubey, y las organizaciones sociales que responden al Vaticano, etc.- no dicen que no van a cumplir con este plan, a lo sumo dicen que al plan del FMI le falta una pata productiva de desarrollo, y apuntaran a incluírsela. En ese marco político los burócratas sindicales no van a hacer nada diferente a lo que quieran las patronales y los partidos o fracciones políticas a las que responden.
Sin embargo, a pesar de la traición de los burócratas sindicales de la CGT y la CTA, luchas sigue habiendo, y algunas demuestran que se puede triunfar, como los mineros de Rio Turbio que lograron la reincorporación de los cesanteados; los docentes de Neuquén, después de meses de lucha, lograron el aumento indexado trimestralmente; los choferes de Expreso Lomas que lograron revertir los despidos. Claro está que no todos son triunfos y que estos triunfos no alcanzan para derrotar el ajuste. Para eso es necesarios, partiendo de las luchas, poner en pie un Comité de Lucha y desde allí poner en pie un Congreso Obrero de Delegados de Base -con representantes de desocupados, estudiantes en lucha y organizaciones del pueblo pobre- pero no como un sindicato rojo, sino como un órgano de lucha que llame a todos los sindicatos que dicen querer enfrentar el ajuste. Embretando de esta forma a las direcciones sindicales que dicen ser opositoras, y clarificándole así la discusión en la base trabajadora que quiere luchar.
La izquierda clasista, en el Plenario Sindical Combativo del 23 de junio que se realiza en Lanús, debe apostar a poner en pie ese Frente Único Obrero, que enfrente tanto al gobierno y las patronales como a la burocracia sindical entreguista; hasta imponer la huelga general que derrote al gobierno y su plan de hambre y represión. Y que también empezar a discutir un “plan económico obrero de emergencia”, porque sin este plan económico no hay salida posible a esta crisis que llevará a más hambre, desocupación y represión. Y para dejar bien claro, que este plan económico obrero se lleve adelante son los trabajadores los que deben gobernar.

* Por un Comité de Lucha nacional que unifique las luchas en curso
* Reincorporación de todos los despedidos en el Estado
*Por salarios -y jubilaciones- que cubran el costo de la canasta familiar
* Fueras las tropas imperialistas y los acuerdos militares con los EE.UU. e Israel
* Por la libertad de los presos políticos y el desprocesamiento de los luchadores - No a la represión -   Por comités de autodefensa
* Ruptura con el FMI - No al pago de la deuda externa con el hambre del pueblo
* Basta de fuga de capitales - Por la nacionalización de la banca y el comercio exterior
* Trabajo para todos - Reducción de la jornada laboral a 6 hs, sin reducción salarial
* Impulsemos un Congreso Obrero de Delegados de Base que rompa el cepo del 20 por ciento, frene y derrote los despidos
* Por la Huelga General, con piquetes de autodefensa, hasta derrotar este plan anti-obrero
* No a la dictadura de los capitalistas, sus políticos pro-patronales y sus planes de hambre y represión
*Por un Gobierno Obrero para llevar adelante un programa económico obrero de emergencia en beneficio del pueblo trabajador
 

Súmate a la Liga Comunista de los Trabajadores para construir un partido revolucionario que luche por el poder obrero y el socialismo

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