El gobierno, que sabe que perdió las elecciones en todos los
municipios donde pasa el tren Sarmiento, acaba de anunciar la estatización de
los ferrocarriles Sarmiento y Mitre (ya se había anunciado la estatización del
Roca y del Belgrano Carga). El anuncio ya es engañoso en su misma formulación
porque los ferrocarriles ya eran estatales sólo estaban concesionados. Lo que en
realidad hace el gobierno es sacarle las concesiones a las empresas contratista
que vía millonarios subsidios se robaron todo en lo que ellos llaman "la
década ganada" (será por eso ganada, por las ganancias que ellos
tuvieron).
Pero no se trata más que de otra mentira electoral. ¿Qué
diferencia hay que el ferrocarril esté estatizado si de cualquier forma estará
bajo la orientación del mismo gobierno que dejó que se deteriore todos estos años; o
los Jaimes, los Schiavis, los De Vidos y los Randazzos ahora, a diez años de
administración, piensan hacer las cosas bien? ¿Es que acaso las estatales
Austral y Aerolíneas Argentina son empresas transparentes donde hay déficit
pero se ven las buenas intenciones de los que la dirigen? No, en la misma
situación de agujero negro de Austral y Aerolíneas Argentina está y estará el
Ferrocarril.
Para que haya un mínimo cambio hay que luchar por la estatizacion bajo el control de los trabajadores y los usuarios, sin este efectivo
control no van a haber cambios importantes. La clave esta en la unidad, para la lucha, de los trabajadores y en la unidad de los trabajadores con los usuarios. Pero al mismo tiempo para que se destine la
cantidad de dinero en invenciones que el ferrocarril necesita debería haber un
Estado que priorice a los trabajadores (o sea, más del 90 por ciento de los
usuarios) y no a las empresas del transporte, de pasajero y de carga, que
quieren que el ferrocarril siga destruido. Y ese Estado no puede ser más que un
Estado de los Trabajadores, o sea, hasta para tener un servicio decente de
trenes se impone la lucha por la toma del poder por la clase obrera.
M.R
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