Desde
el 1ro de agosto Santiago Maldonado está desaparecido tras la represión de la
Gendarmería Nacional a un corte de ruta de la comunidad mapuche
Lof en Resistencia, Departamento Cushamen, provincia de Chubut. Represión ordenada por el juez federal
Guido Otranto y en la que estuvo presente Pablo Noceti, vice-ministro del
Ministerio del Interior, que entre otras cosas fue abogado defensor de
genocidas de la última dictadura militar, y puesto en ese cargo por la actual
ministra de interior Patricia Bullrich.
Santiago Maldonado participaba del
piquete en solidaridad con la comunidad mapuche, y contra la extradición a
Chile de Facundo Jones Huala (líder del pequeño grupo RAM, Resistencia
Ancestral Mapuche, que para los gobiernos argentino y chileno se trata de un
grupo terrorista), y
la última vez que se lo vió a Maldonado fue en medio de la
represión donde la
Gendarmería les disparaba con balas de plomo y goma a los mapuches en
Cushamen.
La
comunidad aborigen mapuche desde
siglos viene siendo perseguida, expoliada y robadas sus tierras, por
petroleras, mineras y grandes hacendados y capitalistas norteamericanos y
europeos. Entre ellos los hermanos Benneton, el magnate de los medios y
fundador de la cadena CNN, Ted Turner, el millonario Douglas Tompkins; Joe Lewis,
que posee una estancia en cuyo interior está el Lago Escondido en Río Negro,
que es amigo del presidente Macri; Ward Lay, el creador de las papas Lay's y
Pepsi, en Neuquén.
La Gendarmería, el Juez, la Ministra de
Interior y su vice-ministro, el Ministro de Justicia, los políticos
oficialistas y el presidente de la Nación desde un primer momento intentaron
tapar la desaparición forzada, diciendo que se habría escondido,
que estaría en otro lado o fuera del país. Y a cuestionar a los mapuches y al
reclamo de los familiares de Maldonado, por no laborar con el Estado, y con la
absurda exigencia de que no se politice el reclamo. Mientras la investigación
fue llevada adelante por la misma Gendarmería que reprimió, y el mismo
juez federal, Guido Otranto, que ordenó la represión.
Pero las pocas pruebas que hay, porque
las fuerzas estatales se encargaron de borrarlas, dicen todo lo contrario de lo
que la Ministra de Interior Bullrich dijo en el Senado de la Nación, donde fue
a dar explicaciones. Por ejemplo, demostró que sí estaba en el lugar de la
represión el camión Unimog de la Gendarmería que los testigos dijeron ver, en el que se cargó a
Santiago, que ella negó en su comparecencia en el Senado; y que el vice-ministro,
Jefe del gabinete de seguridad, Pablo Noceti, estaba al frente del
procedimiento reconocido por él mismo en un programa radial, y no que pasó a
saludar a los Gendarmes como dijo la Ministra en el Senado. Y, contrariamente a
lo que los testigos dicen, la Ministra insiste en que no está
probado que Maldonado estuvo en el lugar de los hechos cuando ocurrió la
represión. Al mismo tiempo expuso peligrosamente al amigo de Santiago, Ariel
Garzi, al nombrarlo en su exposición del Senado, puesto que era un testigo
protegido que dió pistas certeras, de donde se desprendía la responsabilidad de
la Gendarmería.
Recién
el 24 de agosto la fiscalía de Esquel hizo un pedido al Juez, a pedido de la
familia de Maldonado, para recaratular la causa como desaparición
forzada, en estos términos: "sin perjuicio de ser la hipótesis
delictiva inicial de la causa, se solicitó al Juzgado Federal
la recaratulación de la causa, que ha quedado registrada como EXPTE FCR
8232/2017 'N.N. s/ desaparición forzada de personas Art. 124 del Código Penal'."
Parece un paso adelante, pero eso no significa que el juez Otranto lleve la
investigación en esa dirección, más bien hasta ahora viene diciendo todo lo
contrario, y por otra parte, ya pasó mucho
tiempo
para encontrar nuevas pruebas de nuevos peritajes.
Todo
parece indicar que a Santiago Maldonado lo mató la Gendarmería
en la represión del 1ro de agosto, y que el mismo Ministerio del Interior
encubrió el crimen y escondió el cuerpo para que la noticia no se
hiciera pública 12 días antes de las elecciones. Ahora el gobierno está en
una encrucijada; o reconoce que lo mataron en la represión, lo que es
difícil porque quiere a la Gendarmería socialmente apta para las futuras
represiones, porque el ajuste sólo pasa con represión; o no lo reconoce
y continúa negando todo y buscando ensuciar a Santiago Maldonado como un
colaborador de “terroristas” (los mapuches que reclaman su tierra) y todo lo
que puedan inventar, enredar para ensuciar la causa judicial y que su asesinato
quede en la nada. El gobierno apuesta a esto último.
Hasta
ahora los sindicatos no han hecho mucho, ni la CGT ni la CTA, sobre todo la CTA
que reclama por la aparición con vida de Santiago Maldonado, y contra la
represión a los mapuches, y que dirige muchos gremios estatales y docentes en
la Patagonia. Ellos podrían, y deberían, convocar a un paro y movilización por
la aparición de Santiago.
-Ninguna
confianza en la justicia patronal - Sólo continuando con la movilización se
podrá seguir haciendo visible la situación y la lucha de los mapuches por sus
tierras, arrancar conquistas, y continuar la lucha por la aparición de Santiago
Maldonado
-Juicio
y castigo a los responsables materiales e intelectuales del crimen y la
desaparición de Santiago Maldonado
-Por
la libertad de Agustín Santillán, Hugo Delgado y Roberto Frías, wichis,
activistas de los derechos indígenas, que llevan meses detenidos en las
comisarías de Formosa del gobernador kirchnerista Gildo Insfrán
-No a
la extradición a Chile y por la libertad de Facundo Jones Huala
-Los
pueblos aborígenes deben unir sus luchas a las de la clase obrera, porque
no solamente los trabajadores son los únicos que pueden expropiar a los grandes
hacendados y devolver las tierras a los pueblos originarios. Sino también
porque al socializar las riquezas y los medios de producción, un Gobierno
Obrero construyendo el Socialismo, puede brindarles los medios materiales
para la producción y la vida (salud, educación, etc.) a la atura de las
necesidades de las actuales y de las futuras generaciones
-Los
partidos de la clase trabajadora, los sindicatos combativos, las seccionales y
las comisiones internas deberían llamar a un Congreso Obrero de Delegados de
Base, para coordinar y defenderse de la represión estatal, al tiempo de
organizar la lucha por la Huelga General, hasta que Santiago aparezca, y
hasta derrotar el ajuste y la flexibilización laboral y al gobierno de
Macri
-Por
un Gobierno Revolucionario de los Trabajadores para que la crisis del
capitalismo la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.
LIGA
COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES
28-08-2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario