A pocos días del
acto electoralista realizado por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (el
PTS, el PO e IS) el 19 de noviembre en el estadio de Atlanta, se dió a conocer
el surgimiento de Izquierda al Frente por el Socialismo (IFS).
Se trata de otro
frente electoral permanente conformado por el MST y el Nuevo MAS que se estaba
confeccionando a la sombra de este acto. En este anuncio se vió que toda la
crítica que el N.MAS le hacía por izquierda al acto del FIT, para después
plantear una salida política por derecha de un Frente electoral más amplio, no
era casualidad. Algo se cocinaba.
Pero cualquiera
que conoce las posiciones políticas del N.MAS y el MST de los últimos 25 años,
sabe que el N.MAS (y sus antecesor MAS) estuvo siempre muy lejos, y a la
izquierda del MST. El único punto en común que tuvieron en los últimos años era
la crítica a los partidos del FIT por no incluirlos en dicho frente. Y esa
crítica del N.MAS al FIT era por izquierda, rechazando al MST, entre otras
cosas por apoyar a la patronal del campo en el 2008 y por ser parte de la
directiva de la CTA Autónoma. De todo eso el N.MAS se olvidó.
Pero este olvido
del N.MAS se busca compensar, para no pagar tan alto costo político con su base
y periferia, con un programa que está mucho más a la izquierda que lo que
estuvo el MST desde su propia fundación. Y, aunque mueva a risa, el oportunista
N.MAS le dice a su base; nosotros no
giramos a la derecha, el que giró hacia nuestras posiciones –hacia la
izquierda– es el MST. Pero en
realidad el MST es el más consecuente oportunista, ayer apoyaba al Proyecto Sur
de Pino Solanas, al cordobés Juez y a la gobernadora Fabiana Ríos de Tierra del
Fuego, porque creía que allí estaban los votos, pero vió que todo eso fracasó,
que los votos estaban en las candidaturas de izquierda clasista, y para allá
enfocó.
En ese sentido,
firmar un programa más rojo e incluso darle protagonismo de forma de igualdad
paritaria al N.MAS, que es un partido mucho más pequeño, es un costo político
para el MST, pero es un costo político a pagar que no lo desprestigia en ningún
sentido, y más aún lo necesita si quiere reubicarse políticamente en la
izquierda clasista después de tantos años de frente-populismo. En definitiva
con la constitución de este frente, es el MST el que más sale ganando. La
campaña de afiches que enseguida largó el N.MAS, propagandizando al IFS, y a
ellos, y a su joven candidata, como los campeones de la unidad de la izquierda,
es solo una campaña más que no indica que haya sido un éxito la constitución
del IFS, sino que es un triunfo del electoralismo, y prefigura que ya están
promocionado sus candidatos para las elecciones de las Paso, que será con
internas como las del FIT.
Pero al mismo
tiempo estos dos partidos que componen el IFS entablan una pelea política
contra el FIT, y sus partidos, para que éstos abran ese frente, o se construya
un frente electoral más grande. Los corren por la izquierda, blandiendo las
banderas de la unidad y en contra de la exclusión, para llevar una misma
política por derecha: más electoralismo.
Pero al mismo
tiempo el IFS le crea un problema político importante a los partidos del FIT,
que deben dar cuenta de la existencia de ese frente de izquierda, y explicar
por qué, diciendo prácticamente lo mismo, no hay unidad electoral. Cara
explicación, cuando, como han demostrado desde que existe como frente electoral
permanente, lo que importa para ellos son los votos sobre todo. Para el PO se
hace difícil de explicar la cuestión de la crítica al MST de estar en la
directiva de la CTA, cuando ellos muchas veces fueron parte de directivas
burocráticas (en el sindicato del pescado en Mar del Plata, en Foetra Capital,
etc.), y a éstos y al PTS se les hace difícil decir que no a abrir el FIT,
argumentando que el MST haya apoyado a la patronal del campo porque IS también lo
hizo y fue aceptada en el FIT.
En ese marco
confuso, para el FIT, IF jugará a dos puntas, por un lado hará campaña contra
el sectarismo y por la unidad, mientras, si el FIT no se abre, hará alianzas
con otras fuerzas de izquierda clasista, conseguirá la personería nacional, y
se presentará a elecciones.
Desde ya que
rechazamos ingresar al IFS no solo por las diferencias políticas sino también
porque todo criterio leninista político-organizativo es por la independencia
política de los revolucionarios. Pero todo acuerdo electoral permanente, o sea,
todo frentes que van más allá del acuerdo electoral para una electoral dada se
trata de un bloque político
permanente. Eso es lo que es el FIT, y eso es lo que ahora construye el Nuevo
MAS con el MST en Izquierda al Frente por el Socialismo: un bloque político
electoralista, cuyo único fin es lidiar con el FIT, presentarse a elecciones de
igual forma, depositando expectativas que la solución está en votarlos a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario