El 20 de Enero
del 2017 Donald Trump asumirá como presidente de los Estados Unidos. Como
todavía no asumió, es imposible decir qué hará. Sin embargo, en su campaña ya
declaró cómo planea gobernar y junto a esto las declaraciones de distintos
jefes de estado y de analistas políticos nos permiten anticipar algunas de sus
medidas. En este artículo analizaremos algunas, y lo que Trump significa para
el mundo.
¿Cómo
y por qué ganó Trump?
En Argentina
estamos acostumbrados a hablar y escuchar hablar de los Estados Unidos como el
país de la seriedad y la democracia. Sin embargo en este país Trump ganó a pesar
de que el voto popular fué para Hillary Clinton. Ella obtuvo unos 2 millones de
votos de ventaja sobre Trump. Pero en Estados Unidos la votación es indirecta;
los votantes votan representantes en el colegio electoral y éstos votan quién
será el próximo presidente. Así, lo que importa no es ganar la popularidad de
los votos, sino la mayor cantidad de estados. Pero aparte, en ese país el voto
no es obligatorio, lo que significa que si un trabajador quiere ir a votar
entonces pierde el día, porque las votaciones suelen hacerse en día de semana
(en esta oportunidad fue un día martes). En este caso, la población que voto
fue sólo el 55% de la población legible para votar. De ellos, los sectores de
la clase media empobrecida favorecieron a Trump.
Aunque este
reaccionario imperialista es un millonario, financió su campaña con su propio dinero
y no recibió el apoyo monetario del Wall Street, como sí lo hiciera Clinton. Él
se aferró de esto y prometió trabajos y volver a hacer de los Estados Unidos
una nación grande como antaño, culpando de sus desastres a los islamitas e
inmigrantes. Con ese discurso y en esas condiciones, Trump ganó.
¿En
qué contexto asumirá Trump?
Internacionalmente
los Estados Unidos se enfrentan a pantanos económicos y geopolíticos.
Económicamente, los acuerdos como el TTP, TTIP, NAFTA y su pertenencia a la
OTAN son un costo constante. Y geopolíticamente Siria y Ucrania, junto a las
relaciones con Rusia y China son las papas que más queman.
Empezando por lo
económico, los acuerdos como el TTP le generan un gasto a los Estados Unidos
muy grande, porque con esta clase de acuerdos Estados Unidos arregló acuerdos
laborales y baja de aranceles, lo que hizo más redituable para las empresas de
ese país el abandonarlo por otros, donde el costo de mano de obra es más
barata, profundizando el desempleo. Entonces, el objetivo de Trump será retirar
a los Estados Unidos de todo acuerdo que todavía no haya sido aprobado por el
congreso. Es el caso del NAFTA, un acuerdo entre este país, México y Canadá,
que fué aprobado por el congreso en 1994 y que Trump buscará renegociar. Frente
a la OTAN la situación es otra: a Estados Unidos no le conviene abandonarlo,
pero es una fuerte pérdida para él. Lo que hacen entonces es amenazar con
retirarse si es que los países miembros de la OTAN no aumentan sus fondos
militares.
Trump, aparte de
abogar por todo esto, está por un acercamiento con Putin. La guerra civil en
Siria es un verdadero pantano y los Estados Unidos no tienen allí a un sólo
grupo para usar como cabecera de playa; Siria está llena de contradicciones
geopolíticas. Ucrania es también un grave problema para los dos países. Sobre
Siria no se sabe concretamente que es lo que se planea, pero llegó a ventilarse
que Estados Unidos podría cederle Crimea a Rusia si ésta ayudara a desmantelar
a las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk. Todo esto favorecería a
Rusia que está enfrentando una nueva crisis, la de los hidrocarburos, tras las
sanciones impuestas por la OTAN por el conflicto ucraniano.
China, por otro
lado, no esta tan en ventaja como Rusia. Trump quiere que las empresas
estadounidenses que se radicaron allí regresen. Para ello estas necesitan que
el costo laboral se reduzca aún más. Por eso Trump combinara una bestial
flexibilización laboral y políticas neoliberales de su país con otros, con un
proteccionismo contra los acuerdos de libre comercio.
Volvamos a la
TPP. Su objetivo había sido el evitar el aumento de poder sobre la región
asiática de China; pero si Estados Unidos se retira, China está preparada para
reemplazarlo y formar el FTAAP; ya Chile, uno de los miembros de este acuerdo,
aclaró que está a favor de su entrada. Trump se adelanta a ésto y aboga por un
aumento arancelar sobre los productos chinos del 45%.
El aumento del
valor del dólar asume también otro poder para los Estados Unidos: hace que la
inflación de los otros países aumente, entre ellos China.
¿Y
nacionalmente? Trump se enfrenta a unos Estados Unidos convulsionado. La clase
obrera tiene salarios que están por debajo de la línea de la pobreza, crece el
desempleo, las matanzas entre estudiantes, los movimientos contra el racismo
(Black Lives Mater), etc. Para combatir todo eso Trump se llenó de un discurso
para culpabilizar a los inmigrantes ilegales y también a los musulmanes como
los principales responsables. Su objetivo es derechizar la opinión de las masas
para que éstas le permitan dar los pasos necesarios para la flexibilización laboral
que necesita. Pero para eso también tiene que generar algunos logros.
Trump adelantó
que se gestaría un nuevo re-endeudamiento para así tener dinero para generar
una obra de reestructuración de la infraestructura de Estados Unidos. De esta
forma podrá generar puestos de empleo. Y de esta forma será capaz de reducir
los impuestos a las empresas privadas de un 35% un 15%, aligerar la regulación
de Wall Street, y atacar los programas de atención social, etc. Así es como
planea Trump que las empresas que se radicaron en China y otros países vuelvan
a los Estados Unidos: haciendo de su país un paraíso neo-liberal donde trabajar,
y para afuera de sus fronteras, un pantano proteccionista.
Estados Unidos
no será dirigido por ningún loco. Trump llegó hasta su puesto con un plan
económico determinado por una razón: el desarrollo desigual y combinado de la
actual crisis capitalista redujo las fuerzas de este país y ya no es el gran
gendarme del mundo. Irak, Afganistán, Siria, Libia y Ucrania son sólo algunos
ejemplos. Tiene la misión de recomponerse. Para eso buscará recrear su
economía, pactar la paz donde no pueda involucrarse y esperar a que sus
condiciones mejoren para hacer nuevas guerras y repartirse más zonas de
influencia y así tratar de volver a ser lo que era.
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